Dahyun está en espera de un bebé y Momo la consiente mucho comiéndole su coño.
Ah, también con mimitos.
Si el contenido no es de su agrado, amablemente se le recomienda irse y evitar malos comentarios. Gracias.
Créditos a tannieswawa
Créditos de l...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La castañita suelta un suspiro al no poder levantarse, otra vez, del sofá con estampado de conejitos que su novia había mandado a hacer para ella en su berrinche. Por instinto acaricia su vientre, el cual estaba muy gordito para tan poco tiempo que tenía y que le dificultaba mucho hacer cosas como pararse, agacharse y a veces tumbarse.
Era extraño que estuviera tan hinchada para tener tan sólo cinco meses, pero no se lo cuestionaba, quizás también era por todos los antojos que le daba y aumentó poquito de peso. Uh, eso último no le gustaba, más no hacía nada por dejar de comer, él cumpliría todos los antojitos que tuviera el o la bebé dentro de ella si eso lo mantenía contento.
— ¡Unnie! —llamó con un puchero —. ¡Ayúdame a levantarme, por favor!
La mencionado llegó a toda prisa a su lado, tomando su mano y llevando una suya a su espalda, así permitiéndole con más facilidad levantarse. Dahyun le sonríe a la pelinegra, aceptando gustosa el pequeño besito que fue depositado en sus delgados labios.
— ¿Quieres ir al baño o a la habitación? Tal vez a la cocina, ¿O a la sala? ¿El jardín? —atacó con preguntas Momo, quizás demasiado preocupada, pero no le reprochen, ella procura darle mucha importancia y cuidados a su pareja, muy consciente de la sensibilidad e inseguridades que le podían llenar al estar embarazada—. ¿Mhm, bonita? ¿El coco tiene hambre? —nombró al bebé con una risilla.
— Baño, por favor —pidió amable —. Aún no es tan grande cómo un coco, pero debo admitir que es bastante grandecito —admitió riendo un poco.
Momo rió, asintiendo de acuerdo a lo dicho. La pancita de la menor era muy redondita y pensó que tal vez eran dos bebés, pero luego lo descartó cuando el doctor no mencionó nada.
De seguro sólo era un bebé fuerte y rechoncho, pero muy, muy lindo.
⁽⁽ଘ( ˊᵕˋ )ଓ⁾⁾ 3
Dahyun esboza una sonrisa, sus mejillas levemente más rellenitas que antes se colorean cómo dos bellas manzanitas por el rubor que aparece en ellas. Sus ojos brillan con anhelo mientras observa a los niños que juegan animadamente en el parque, siguiéndose unos a otros mientras los más chiquitos caminan torpemente tratando de seguir sus pasos.
Ella siempre fue de esas personas que quisieron tener hijos, aunque muchos otros no por el hecho de tener que cambiar pañales y oír los lloriqueos de los bebés, no pudo evitar querer un adorable niño cuando conoció a su esposa y formalizaron su relación, ella ver a otras familias con sus pequeños le hicieron también quererlo y luego de hablarlo por un tiempo con la peli negra, decidieron que era hora de cumplir aquel deseo oculto que las dos tenían y no decían por el miedo a que tal vez fuera demasiado apresurado.
Después de cinco años cómo novias, se casaron y tuvieron una increíble luna de miel, donde el pequeño frijolito floreció.
— ¡Mamá, Hyung no quiere que juegue con ellos! —oyó quejarse a un niño rubio de unos siete añitos de brazos cruzados y un gran mohín —. Sólo porque son más grandes, qué tonta razón.
