Muy buenas Genta ¿Cómo están? Quería agradecerles por todo el apoyo que está teniendo este fic, realmente no pensé que fuera a gustar tanto ya que, entiendo que a muchos no les pueda gustar que cambien de género a un personaje así que me sorprendió mucho al ver los mensajes de muchas personas diciendo que actualice este historia así que eso vengo a hacer el día de hoy y espero y disfruten el capítulo.
//"Personaje hablando" //(Personaje pensando) //Ubicaciones y fechas //Flashbacks
Ubicación: Tokyo, Japón
En uno de los hoteles más lujosos de Tokio, podemos ver a una hermosa mujer de 35 años con una cabello rojo como la sangre y el cual estaba amarrado en una coleta junto con un adorno en forma de flores al igual que tenía los ojos de un color morado fuerte. Su vestimenta consistía en un lindo kimono de color naranja el cual tenía estampado de cuadros de color amarillo claro y blanco.
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"Kushina-sama ¿Se encuentra bien?" - Pregunto uno de los sirvientes el cual había entrado en el penthouse del hotel solo para ver a su ama quien estaba en el balcón con la vista fijada en la ciudad.
"No..." - Murmuró Kushina con un evidente tono de tristeza en su voz.
"¿Aún está pensado en Naruto-sama?" - Pregunto la sirvienta de forma calmada a lo que Kushina hizo un débil asentimiento con la cabeza.
"¿Por qué hice eso...?" - Murmuró Kushina con arrepentimiento.
"Kushina-sama, no se torture así lo que pasó ese día no fue su culpa"
"¿Por qué hice eso...?" - Volvió a repetir Kushina mientras juntaba sus manos al mismo tiempo que varias lágrimas empezaban a salir de sus ojos
"Kushina-sama..."
La sirvienta preocupada por su ama, se acercó a ella para luego tomarla suavemente y guiarla hacia la cama para que descansara.
"¿Por qué le puse ese sello?" - Se pregunto Kushina quien seguía con la misma expresión pérdida.
La sirvienta solo soltó un suspiro de tristeza por su ama, desde que ocurrió lo de Naruto la estabilidad mental de Kushina había colapsado casi por completo. Naruto era el único que podía arreglarlo pero el no quería tener ningún tipo de contacto con su madre.
Todos los miembros de la casa Uzumaki rezaban para que los dos pudieran hacer las pases.
Un suspiro salió de la boca de Uzumaki Naruto mientras miraba su brazo izquierdo el cual estaba completamente cubierto por sellos que iban desde su hombro hasta su muñeca, por suerte siempre tenía su brazo cubierto por unas vendas así que las personas no verían los sellos
"Ya casi lo consigo..." - Murmuró Naruto mientras que con un pequeño pincel trazaba más sellos en su brazo.
Apretando un poco los labios, dejo de trazar sellos al ver como estos empezaban a brillar un poco para luego dejar de hacerlo.
