Capítulo 2

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Jake Still. 

Cantante.

Modelo.

Actor. 

Hijo de...

Esta bien, será mejor que me calme. 

¿Lo odiaba? Por supuesto que no. 

¿Estaba dolida? Por supuesto que sí.

Pero si alguien más estuviera en mi lugar, también lo estaría. 

Él había sido el amor de mi vida y aunque había tratado superarlo, simplemente el destino no cooperaba. 

Mentiría si dijera que no había tenido ni una noticia de él en todo este tiempo, la verdad era que lo tenía que ver a cada instante en la televisión, en las redes sociales e incluso escuchar de él en la radio. Y no era solo por el éxito que tenía su banda, sino por los múltiples escándalos en los que se veía involucrado. 

Además tenía que agregarle a eso el hecho de que su hermana, Serena Still, había sido mi mejor amiga durante todo ese tiempo. 

Y quisiera o no, a veces se le escapaba uno que otro detalle sobre él. 

Como aquella vez cuando me dijo que Jake le había preguntado por mí y que por más que lo intenté no pude evitar alegrarme por eso. 

—Sam —la voz de Mateo me saca de mis pensamientos— ¿Estas bien? 

Su auto se encuentra estacionado en la calle frente al edificio donde se encuentra mi departamento. Luego de la noticia le dije a Serena que lo mejor sería irme a casa, ya que me encontraba demasiado agotada por el trabajo. 

Una excusa patética, pero lo suficientemente eficiente para sacarme de ahí. 

—Claro que sí ¿Por qué no lo estaría? —trato de fingir una animosidad exagerada y así poder evitar que me haga más preguntas sobre el tema.

—Sabes que puedes hablar conmigo...

—Mati, estoy bien —finjo una sonrisa— han pasado cuatro años, por dios, ya todo está superado —respondo con obviedad— No tienes nada de qué preocuparte ¿sí?

—Tengo que hacerlo Sam, acaso ya olvidaste lo que pasó —se gira y me sujeta de los hombros obligándome a mirarlo a los ojos— si algo así vuelve a pasar, yo... yo no podría soportarlo. Sam, yo...

—Cariño, no volverá a pasar algo como eso. Confía en mí —sujeto su mano que se encuentra sobre mi hombro y le doy un pequeño apretón, una imperceptible sonrisa aparece en su rostro casi al instante. 

—De acuerdo —asiente— sé que en casa de Serena hice una broma sobre ti llorando toda la noche, pero si piensas hacerlo por favor dímelo —me observa fijamente— seré tu pañuelo de lágrimas. 

—No exageres —trato de restarle importancia al asunto— de verdad que estoy super bien. 

—Bueno, entonces nos vemos mañana en la oficina —abro la puerta del copiloto para poder salir— adiós bebé. 

—Adiós cariño —logro decir mientras cierro la puerta. 

De camino a mi departamento no puedo evitar pensar en él. Es como si la noticia de saber que ahora mismo nos encontrábamos en la misma ciudad había logrado abrir el baúl donde había catapultado todos mis recuerdos con Jake. 

Esa noche no pude dormir bien y a consecuencia de ello al día siguiente me desperté totalmente malhumorada. 

Además mi estúpido celular se había apagado durante la noche y no había logrado sonar la alarma. Para sumarle a mi desgracia no lograba encontrar el cargador y ahora me encontraba alistándome sin saber la hora que era. 

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⏰ Última actualización: Jul 05, 2022 ⏰

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Ya te olvidé, Jake || EN PROCESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora