♕︎ 𝙾𝚗𝚎-𝚂𝚑𝚘𝚝 [ Dreamnoblade ] ♕︎

...ᘛ⁐̤ᕐᐷ

𝙸'𝚟𝚎 𝚜𝚑𝚊𝚝𝚝𝚎𝚛𝚎𝚍 𝚗𝚘𝚠.
𝚒'𝚖 𝚜𝚙𝚒𝚕𝚕𝚒𝚗𝚐 𝚘𝚞𝚝
𝚄𝚙𝚘𝚗 𝚝𝚑𝚒𝚜 𝚕𝚒𝚗𝚘𝚕𝚎𝚞𝚖 𝚐𝚛𝚘𝚞𝚗𝚍
𝙸'𝚖 𝚛𝚎𝚎𝚕𝚒𝚗𝚐 𝚒𝚗 𝚖𝚢 𝚋𝚛𝚊𝚒𝚗 𝚊𝚐𝚊𝚒𝚗
𝙱𝚎𝚏𝚘𝚛𝚎 𝙸𝚝 𝚌𝚊𝚗 𝚐𝚎𝚝 𝚋𝚊𝚌𝚔 𝚝𝚘 𝚢𝚘𝚞
𝙾𝚑, 𝚆𝚑𝚊𝚝 𝚊𝚖 𝚒 𝚜𝚞𝚙𝚙𝚘𝚜𝚎𝚍 𝚝𝚘 𝚍𝚘..
𝚆𝚒𝚝𝚑𝚘𝚞𝚝 𝚢𝚘𝚞?

— ¡Padre! ¡Padre! - El niño saltaba de un lado a otro intentando llamar la atención de su padre, un ser muy amable y digno de seguir sus pasos. - ¡Padreee! - Está vez se encontraba jalando la ropa del mayor así ya captando su atención.

— ¿Qué paso mi pequeño? - Dijo el hombre con un tono bastante suave mientras cargaba a su hijo menor.

— ¡Quiero que me cuentes una historia! - Decía el niño con un tono energético y desesperado, quería que su padre le contará esas grandes y geniales historias o como en algunas ocasiones lo llamaba, leyendas. 

— Está bien - Sonrió de una manera suave, tener a su hijo con emoción de escuchar sus historias era algo que lo ponía bastante feliz, cosa que no pasó con su otro hijo.

El mayor se dirigió a la sala, dejo a su hijo en el sofá [sillón] grande, para así buscar un libro entre los cajones del mueble de alado. Ese libro contenía historias, leyendas y mitos que el mismo hombre le pareció interesante y escribió en ese mismo libro.

No tardo mucho en sentarse a lado de su pequeño, el mayor palmeo sus pierdas dando a entender a su hijo que se acostara apoyando su cabeza en sus piernas y así paso. El pequeño estaba acostado cómodamente mientras veía a su padre y esperaba con ansias que empezará a contar la historia.

— Hace ya miles de años, cuando el Imperio Azteca estaba en su esplendor y dominaba el Valle de México, como práctica común sometían a los pueblos vecinos, requiriéndoles un tributo obligatorio. Fue entonces cuando el cacique de los Tlaxcaltecas, acérrimos enemigos de los Aztecas, cansado de esta terrible opresión, decidió luchar por la libertad de su pueblo. - El mayor empezó a acariciar el suave cabello de su hijo para así continuar con su relato. -  El cacique tenía una hijo, llamado Dream Wastaken o como el pueblo lo nombró Iztaccíhuatl, era el príncipe más bello y depositó su amor en el joven Technoblade también nombrado Popocatépetl, uno de los más apuestos guerreros de su pueblo. 

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— Guerrero Technoblade, yo también siento lo mismo y acepto sus sentimientos con una gran gratitud. - Sonrió dulcemente mientras veía a su enamorado el cual minutos atrás le había confesando su amor. 

Simplemente verlo sorprendido con un leve sonrojo en sus hermosas mejillas era suficientemente para enamorar más al oji-verde, no evito acercarse y depositar un corto beso en su mejilla, se miraron fijamente. Esos ojos esmeraldas que con la luz de la luna hacían que brillarán aún más, era lo que cautivaba al guerrero.