I

189 94 43
                                    


♠️

Todo era oscuridad..

Fuertes punzadas en la zona frontal de mi cabeza mi cuerpo dolía como lo nunca en mis 16 años de vida. Ni siquiera sabía que sucedía, hasta que el dolor en mis piernas y la humedad de mi rostro se hizo presente.

Un esfuerzo por abrir mis ojos en donde solo admire la muerte ante mi, un cuerpo gindado desde la parte delantera del auto que estaba volteado. Un grito de terror se ahogo en mi garganta trate con todas mis fuerzas cerrar mis ojos pero era en vano.. aquella imagen ya estaba plasmada en mi cabeza
nuevamente trate de mover mis manos, pero me quejé como el infierno que se sentía
Aún todo era nuevo para mi: esa escena, la sangre, el no sentir parte de mi cuerpo; luche para no estar más débil y decidí observar a mi alrededor buscando algo.. quizás ayuda, pero no había nada más que hierbas y piedras.

Hasta que divisé el cadáver de una chica rubia con la cual mi corazón se estrujó de miedo al saber que le falta uno de sus brazos y su rostro estaba totalmente destruido.

El ardor de mis lágrimas fue lo que mi débil rostro sintió el dolor de mi pecho, la pesadez de mi propio ser, mi
corazón abatido se revolvió entre la tristeza y desesperación al notar el gran charco de sangre alrededor de mi cuerpo y la demás que goteaba incesantemente de los adentros del auto, todo mi mal aumentó más, cuando trate nuevamente de moverme y solo quede en blanco al notar los cientos de vidrios rotos incrustados en mi piel, suficiente para ya dejarlo todo atrás, no luchar por qué dolía.. dolía hasta respirar.
Ni siquiera pude abrir mi boca ya que se sentía como si estuviese rota hasta llegar a mis orejas
ya no podía.

Quizá este era mi destino, mi cabeza palpito nuevamente
Y todo se fundió en oscuridad..

-Aguanta un poco más.. -apenas un susurro audible para mis oídos

- ¿Llamaste a la policía o los paramédicos?- se escuchaba la voz de un chico un tanto preocupado. No uno, si no dos; supuse que iba en un auto por que mi piel rozaba con un respaldar.

-los paramédicos aún no estaban en camino ¿Cómo carajos creés que esperaría dos putas horas? Ella no lo iba a soportar.

-¿Qué sucedió con tu corazón de piedra? -preguntó el otro con una pizca de diversión

Ya no podia abrir mis ojos a causa del dolor, temblaba del frío con la mente en blanco, solo pude al escuchar aquello. El silencio se apoderó del lugar y minutos después que parecían una eternidad para mí retumbaron sonidos de todos lados muchas más voces, luces blancas, movimientos bruscos y poco delicados en mi cuerpo.

-Una camilla!! ¡Ey! alguien que nos atienda. está gravemente herida.

Eso fue todo.


[...]

Cuando reaccioné estaba bañada en sudor, mis manos temblaban y todo me daba vueltas. El reloj marca las 7:30 AM

-Chloe, cariño baja a desayunar.

Ya habían pasado dos años y casi siete meses desde aquel accidente en donde perdí a tres de mis compañeros de clases. Según me contaron fue luego de una fiesta he ir de regreso a casa. Eso me contaron los doctores y enfermeras que me atendían y no lo niego fue extraño con tanto se preguntarían ¿Cómo sigue viva? Fueron tantos pero tantos sucesos y lo peor no recordaba nada de éso. Al fin y al cabo lo que me encontré fueron muchos rostros rojos llenos de lagrimas y felicidad todos delante de mi. Justo cuando las analizaba una pareja se abalanzo sobre mi para llenarme de besos, apretándome en abrazos pero pasaba y acontecía que yo no sabía quiénes eran..

Desde Antes De AquíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora