Antes del inicio...

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El año 3016, un futuro lejano que a pesar de su acelerado avance en la ciencia de la mente y mecanica, se veía más común de lo que creen, un tanto más parecido al hoy en dia.

Aquel año conocido por por la llegada de una enfermedad, similar a una simple gripe, provocando que fuese difisil de detectar.

Esparciendose veloz como la pólvora y dejando muerte a su paso. Su tardía detección no hizo más que provocar una panadería más en la historia de este mundo.

En su desesperación, y al no tener resultados de las investigaciones para la cura, se solicitó la ayuda de uno de los más grandes científicos del siglo, reconocido por innumerables investigaciones e inventos.

Dicho científico,  solo trabajaba por su hija, quien lo motibaba, puesto que el al ser padre soltero, se le fue dificultoso cuidarla y haun así quisiera darle todo. Por ello trabajaba tanto ya que gracias a ello podía comprarle todo lo que nesesitara.

El científico acepto hacer dicha investigación en busca de una cura hacia la enfermedad que amenazaba. Comenzó a trabajar en el laboratorio que se encontraba bajo tierra en su mismo hogar.

Como padre amoroso, siempre prefería tener a su hija a un lado y a esta misma le encantaba estar con su padre, dando vueltas en el laboratorio, jugando y curioseando entre tubos y basos. 

Para la mala suerte del cientifico, el dejarla estar ahí solo provocó lo inevitable...











Contagio











Su pobre hija de 5 años se contagio de la enfermedad, se le llevó al hospital tan rápido como pudo y rápidamente la colocaron en camilla.

Los doctores dieron la noticia a el preocupado padre y este al saber del contagio de su hija decidió abandonar toda su investigación con su dinero compro cada aparato costo que nesesitara la niña para que esta pudiera mantenerse en casa y no en un hospital.

Cada día hasta la noche el científico se mantenía será de su hija, se vestía con un trage de plástico para no contagiarse, para pasar el poco tiempo que le quedaba a su lado, jugando con ella, haciéndola reír y sonreir.

Pero...

Por las noches, después de que su dulce hija se fuera a dormir...

A que hombre no lograba conciliar el sueño, le carcoma el alma ser el causante de tal desgracia y se sentía más miserable al saber que le quedaba poco a su adorada hija.

En una de las tantas noches de agonía para aquel hombre, fue cuando sucedió aquello que marcó el mundo.

Mientras estaba sentado, alado de la cama de su hija ya dormida, el científico el juguete favoritos de la niña, un robot, gris, pequeño y cuadrado.

3093Donde viven las historias. Descúbrelo ahora