❛𝐌𝐚𝐭𝐫𝐢𝐦𝐨𝐧𝐢𝐨 𝐍𝐨 𝐏𝐥𝐚𝐧𝐢𝐟𝐢𝐜𝐚𝐝𝐨❜ [ᴊᴏᴏᴋʏᴜɴ] ~ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏɴ~

𝑷𝒓𝒐́𝒍𝒐𝒈𝒐

Porque si te gustó, entonces deberías haberle puesto un anillo
Si te gustó, entonces deberías haberle puesto un anillo.
No te enojes una vez que veas que él lo quiere.
Si te gustó, entonces deberías haberle puesto un anillo.
Oh, oh, oh
Oh, oh, oh, oh, oh...

—¿Qué es esto DJ? ¡Oye, el 2008 llamó y quiere recuperar su música!— el hombre cabeceaba en la silla borracho. El club estaba a punto de cerrar, solo unos pocos clientes bailaban cansados ​​en el suelo, como zombis.

—¡Tres tragos más!— ordenó el hombre ante la mirada dudosa del cantinero. Ha estado pagando después de cada pedido, ni siquiera pudieron estafarlo en la factura.

—¡Que sean seis!— otro extraño tomo una silla y se sentó a la derecha del borracho. Lo miró distraídamente y luego a los seis pequeños vasos que tenía frente a él.

—Si esto es un reto, puedo terminarlos todos de una vez— Él murmuró y entregó dinero al barman. Solo negó con la cabeza levemente, contando los valiosos papeles.

—Día difícil?— el extraño preguntó apestando a alcohol —Cuéntame sobre eso— Tomo el primer trago como agua.

—Lo haría, pero parece que tú necesitas hablar más— Él asintió, también tomando uno sin ninguna lucha.

—Las mujeres son unas perras. Todas lo son!— el hombre proclamó, golpeando el vaso vacío contra la mesa.

—Estás en lo correcto sobre eso. Salud!— el hombre río, recordando como el dijo la misma frase hace unos horas.

—Salud!— los vasos resonaron.

—Haces todo por ellas y aún no es suficiente— el hombre continuo después de un pequeño silencio.

—Puedes intentar cualquier cosa que quieras, ofrecerles el mismo cielo y seguirán follando a tu mejor amigo— el extraño añadió, comenzando a ser emocional.

Porque si te gustó, entonces deberías haberle puesto un anillo...

—Por el amor de Dios, le puse un maldito anillo a ella, bien? LO HICE!— el hombre gritó, molesto por la canción. —¿Adivina qué? no funcionó— se bebió todos los tragos, uno tras otro.

—Lamento interrumpirlos pero el club está por cerrar, necesitan salir— el cantinero con un guardia a la derecha viene con él.

—Si lo sintieras, entonces no interrumpirías— el hombre siseó, saliendo.

—Nos vamos de todos modos— El extraño, que estaba un poco menos borracho, entendió mejor la situación.

—Hey, tú— El hombre se volvió hacia el extraño.

—¿Quieres casarte?—

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~ Continua ~