Los demonios siguen desapareciendo gente, las lunas están apareciendo cada vez más poderosos, los 12 pilares siguen luchando contra ellos.
Cuenta la Leyenda que existe una 13 avo pilar, existe otra Hashira , el pilar de la nieve, aquella que se alej...
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Nadie la había visto, no desde aquel día, su nombre se había vuelto un mito, los 12 pilares nunca la habían visto en reunión, Oyakata-sama era el único que la conocía y hacia viva su presencia mencionándola, pero los pilares ya solo escuchaban su nombre como una historia,
Su templo nunca había sido encontrado, una nieve poderosa siempre acompañaba aquella montaña donde se decía que estaba su templo. Nadie creía en que ella existiera pero curiosamente en los pueblos cercanos a la montaña, demonios que aparecían, demonios que se esfumaban, cuando llegaban alguien del cuerpo de exterminio ya no encontraban ningún demonio.
-La princesa de hielo nos salvo.- un anciano se dirigía hacia Rengoku.- ella apareció con su capa roja.-Rengoku no entendía, talvez otro cazador aparecio.- ¿No me cree verdad?.- El pilar solo suspiro.- Ella nos mantiene a salvo de los demonios, su templo esta allá.- señalo el hombre hacia una montaña.
-Bien, entonces iré a buscarla.- el anciano soltó una risa.
-Ella no dejara que suba, ir allá es un suicidio, si ella no quiere, usted joven no entrara.- pero aquel anciano no sabía el espíritu que tenia Rengoku, si era cierto que ella existía la encontraría, los demonios, las lunas estaban apareciendo como una infestación de ratas, ocupaban cazadores y si era cierto que existía, ella era un pilar, el 13avo y tenia que hacerse presente.
-Créame derretiré esa montaña si es necesario para encontrarla.- el anciano siguió caminando.
-Ella es una princesa, bueno eso dicen.- se encogió de hombros.- así que si la encuentra trátela como tal, que ella nos ha protegido siempre.-Rengoku vio como el señor desapareció.
-Oh tal vez otro cazador es el que ha estado matando a los demonios.- con la velocidad que tenia Rengoku se movió rápidamente hacia aquella montaña y avanzo por aquel camino que ascendía hacia la tormenta.-Maldición esta helado aquí.- seguía subiendo aquellas escaleras y el viento golpeaba más fuerte su rostro y su melena colorida estaba cubierto de nieve.- Me daré de golpes si no hay nadie.- al fondo de aquella tormenta vio una pequeña luz, una pequeña lampara de fuego protegida.- No puede ser.- enfrente de Rengoku un templo grande y blanco aparecía delante de él, la tormenta paro en ese lugar.
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