UNA ESCALERA EN LA PENUMBRA
... y estás allí
en la escalera de granito pulido
que lleva a algún lugar
no recuerdo cual
estás allí
en la tibia penumbra
una pierna flexionada
la otra más firme
pisando otro escalón
las manos abandonadas sobre los muslos
acariciando el vestido amarillo
estás allí
recostada en la áspera pared
que empieza a ensayar una curva
hacia arriba
estás allí
con mil interrogaciones en la mirada
tantas dudas en tu mente
la boca entreabierta
los labios humedecidos
la respiración entrecortada
elevando y bajando tus senos
el escote discreto y tentador
el vestido amarillo
casi casi brillando en la penumbra
estás allí
en la escalera que sube o baja o se retuerce
esperándome
estás allí
brillando sin brillar
en la tibia penumbra del pasado
en el mismo lugar de siempre
y de nunca jamás.