Son muy diferentes, demasiado, pero, los polos opuestos se atraen, ¿no?
Pero, ¿se atraen lo suficiente como para aguantar una relación sin hacerse daño?
[ Quiero hacer una aclaración y es que todo lo que hablen Tatianna y Kylian será en francés pero como la historia es en español pues lo pongo en español]
Tatianna
Acabo de llegar a casa después de estar un rato en la de Pedri. Son las once y media de la noche y estoy colocando los cojines del sofá para que parezca un piso medio ordenado. Subo a la planta de arriba, ya que tengo duplex, y me cambio la camiseta para no ir con una que ponga "Pedri" en la espalda. Cojo una sudadera fina de color blanco y me dejo los pantalones negros de piel, me quito los zapatos y me quedo en calcetines, como hago siempre. Bajo corriendo en cuanto oigo el timbre. Me miro un segundo en el espejo de al lado de la puerta antes de abrir y asiento decidida.
-Hola -digo seca nada más abrir la puerta.
-Buenas noches- me responde él y yo me aparto para que entre- gracias.
-Ven, siéntate aquí -señalo el sofá- quieres tomar algo? -pregunto y él niega. Nos acercamos en silencio hasta el sofá y nos sentamos uno en cada punta. Él también va con una sudadera blanca pero lleva unos pantalones de chándal color azul marino, la verdad que está guapísimo. Cuando yo estaba con él no lo era tanto. Hace dos años que no lo veo y la verdad que noto muchísimo cambio en él.
-Como estás? -pregunta él iniciando la conversación
-Bien, muy bien -respondo suspirando- tu?
-También muy bien -dice él- ya sabes, viviendo en París y jugando a futbol -sonríe levemente y yo hago lo mismo, si es que le quería un montón- tu que estás haciendo ahora?
-Pues yo me dedico a las redes sociales y todo eso, empecé cuando llegué aquí y pues crecí bastante rápido -digo y me encojo de hombros- supongo que el ser amiga de futbolistas del Barça y estar casi siempre con ellos ayudó.
-Y qué tal con Riqui? -pregunta y le noto interesado, se nota que de verdad le interesa lo que he hecho estos dos años
-Pues los primeros meses, es decir en verano, vivía en su casa pero luego pensamos que era mejor que yo pudiera tener mi intimidad y él la suya así que compré esta casa, tenía bastantes ahorros. Aunque somos muy amigos y me paso más tiempo en su casa que en la mía -río levemente y noto en Kylian cierta nostalgia, lo noto diferente, lo noto como apagado.
-Me alegro de que estés bien, de verdad -dice él.
Nos quedamos en silencio y es un silencio tenso, incómodo, como si ambos quisiésemos preguntar algo pero no sabemos como decirlo. Me detengo a observarlo un segundo y recuerdo todos nuestros momentos juntos, fui tan feliz con él.
Flashback
-Te quiero muchísimo Kyky -digo cogiéndole de los mofletes.
-Yo si que te quiero -me dice él y me roba un beso- eres lo mejor de mi vida -sonríe y yo hago lo mismo. Coge el mando de la tele y la para, estábamos viendo una película pero ninguno prestaba atención.
-Qué pasa? -pregunto cuando él se incorpora
-Te amo -dice de repente- es que lo noto aquí -se señala el corazón y yo sonrío- es que te quiero tanto que si algún día tengo que separarme de ti no podría salir adelante, eres la luz en la oscuridad, el punto blanco en la mancha negra y la rosa en medio de la enredadera.
-Has estado practicando? -bromeo
-Voy en serio Tatianna -me mira y yo sonrío.
-Yo también te quiero muchísimo Kylian, muchísimo, tanto que duele.
Fin del Flashback
-Estás bien? -pregunta el francés mirando las lagrimas que caen por mis mejillas.
-Si, solo estaba recordando momentos -me quito las lágrimas y sonrío con nostalgia- que felices éramos eh -digo y vuelvo a llorar. Es que me da tanta pena.
-Anna -dice en apenas un susurro y volver a oír ese apodo que solo él me llamaba me rompe el alma, me costó tanto superarle para que ahora que lo veo me ponga así.
-No puedo Kylian, yo no puedo -digo entre lagrimas y es que no puedo parar de llorar, lo único que hace mi cabeza es recordar momentos y es que siento un dolor en el pecho horroroso, como si fuera una aguja que me atravesara el corazón, despacio pero hasta el fondo.
-Sabes que yo te sigo queriendo, no? -empieza él- no puedo dejar de querer a alguien que he querido tanto y mucho menos la puedo dejar de querer en dos años -se inclina hacia mi y apoya su mano en mi rodilla- desde que supe que el Barça era nuestro rival no he podido dejar de pensar en algo que no fueses tú, otra vez.
-Kylian no sabes lo mal que lo pasé -me limpio las lágrimas y levanto la vista para mirarle a los ojos- yo también te quiero pero entiende que pensar en lo que fuimos me duele, me duele mucho porque yo nunca hubiese querido tener que separarme de ti. Te amaba y amar es un sentimiento tan profundo que dudo que deje de quererte algún día -me remango la sudadera y le enseño el tatuaje que tengo debajo de todas las pulseras que llevo. Una "K" con una pica, nuestro símbolo porque siempre decíamos que el corazón normal era demasiado poco para lo mucho que nos queríamos.
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-Este tattoo me lo hice cuando ya estaba aquí, porque no paraba de pensar en ti y me dije a mi misma que si me tatuaba algo tuyo al menos estarías en mi piel y no en mi mente -él estira su brazo y toca delicadamente el tatuaje. El contacto de sus dedos con mi piel me estremece, es un tacto cálido, con cariño, cuidadoso.
-Me sabe mal que tuvieses que sufrir tanto por mi culpa -dice Kylian agachando la mirada.
-No fue tu culpa -digo cogiéndole la barbilla y levantándole la cabeza- al final decidí yo irme, y si hay que buscar un culpable son mis padres. Si no fuera por ellos seguramente seguiría viviendo en París y tu y yo seguiríamos... -no acabo la frase porque me duele.
-Volvamos a eso -dice el francés- vuelve a París y vente a vivir conmigo -propone y yo abro los ojos sorprendida.
-No puedo Kylian -digo pensando en Pedri- yo ahora aquí -trago saliva- tengo a alguien -digo al fin- No puedo dejarlo todo otra vez y mudarme.
-Quién es? -pregunta de golpe.
-No creo que sea lo
-Es Pedri, no? -me interrumpe y habla serio.
-Si -respondo casi en un susurro- pero ni si quiera estamos en algo -digo rápido
-Pudiste dejarme a mi en París después de dos años de relación y no puedes dejar a Pedri aquí con quién no tienes nada? -pregunta pero más que una pregunta es una afirmación.
-Él me está cambiando, me está ayudando -digo como si fuera una súplica.
-Yo te quería sin que cambiaras Tatianna, no te olvides, y tampoco olvides que siempre que quieras algo estaré a tu lado.
