Pero Ki hizo una cosa que nunca me imaginé que haría eso. De repente se levantó y con su magia (que todavía estaba en zona de desarrollo) les lanzó un hechizo de paralización. El hechizo consistía en que dejaba inmóvil a las personas que les habían lanzado, depende de quien lo lance dura más o menos.
Eso funcionó, pero lastimosamente un guardia estaba detrás de nosotras. Era un ser fuerte y tenía una cara que daba miedo. Mientras pensaba eso de repente nos cogió a las dos y nos levantó. En ese momento me morí de miedo, ¿qué nos podían hacer? Nos habían pillado, pero bien, lo peor era que nos podían reconocernos. Él esperó unos minutos a que el efecto que Ki había lanzado a sus reyes desapareciera, después nos dejó en el suelo.
-¿Quiénes soy vosotras, y que hacías por estos lares?- contestó una mujer muy bien vestida. Creo que era la reina, ya que salía de la carroza plateada que se había parado en el camino.
-Somos unas simples habitantes de este pueblo, estábamos caminando tranquilamente y cuando hemos oído un ruido muy fuerte nos asustamos y nos escondimos
-Me sonáis de algo, pero no del pueblo. ¿Acaso, sois de este reino?- dijo un joven con una capa negra y larga hasta el suelo. Tenía nuestra edad aproximadamente, entonces sería el príncipe de este reino tan horrorosamente de cuentos. Había que decir la verdad, no era feo. Al contrario, era bastante guapo. ¿Qué acaso me estoy enamorando? ¡No, no puede ser!
-Claro que somos de aquí, no os habréis fijado nunca- dije yo muy segura.
-Pues pienso que no me equivoco ¿Tú eres Madelaine, Madelaine Schreve verdad?- dijo el chico que había hablado antes. En ese momento todos se quedaron de piedra, ya que todo el mundo del pueblo estaba visualizando aquella extraña conversa. -Te vi una vez en Neverland, cuando fuimos a hablar con Regina- dijo otra vez más seguro
-Yo no soy Madelaine, te estarás equivocando- dije yo, intente parecer segura, pero creo que fue en vano
En ese momento de nerviosismo, el guardia que nos había agarrado anteriormente me quitó del bolsillo un libro que tenía rojo y negro. Cuando nos dimos cuenta Ki y yo casi nos desmayamos, porque sabíamos que ese libro sería nuestro final...
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Madelaine Schreve
FantasyUn mundo hecho de magia, donde todo se puede hacer realidad. Acompaña a Madelaine en esta historia de ensueño.