Los Fantasmas También Sienten Aunque Nadie Los Miré

capitulo I

Todos los humanos son dependientes de otros humanos ya que con el pasar del tiempo la gente a aprendido que no puede vivir en Soledad y los pocos con el criterio suficiente para  oponerse a esa regla fundamental, son excluidos por la humanidad entera ya que el humano le teme a lo que no comprende y el humano aveces no comprende a otros humanos o al menos es lo que yo e pensado toda mi vida.

La vida de un solitario es algo patética, cuando descubres pensamientos como estos y cuanto más piensas en ellos más profundo cae el pensamiento de no necesitar a nadie y este sentimiento solo se intensifica a medida que necesitas ayuda, porque cuando más necesitas de alguien que te sostenga.tu misma Soledad mantiene alejados a todos los que te pueden ayudar y esto solo intensifica el sentimiento de no necesitar a nadie ni nada es un pensamiento frío y arraigado en el corazón que se incrusta en lo más profundo de la mente.

Tal vez era un pensamiento pesimista pero comparando  con otros pensamientos era la reflexión más alegre que había tenido en los últimos días todo esto lo estaba pensando mientras caminaba por un largo pasillo en dirección de la sala de maestros, para buscar a el tutor escolar quizá no sea el más indicado para medir mi estado emocional pero de lejos era una de las semanas más desastrosas y desagradables de el año pero un sonido peculiar me saco de mis pensamientos.

No se escuchaba nada a excepción de ese sonido lo que no era de sorprender aunque prácticamente no había nadie en el edificio, todos se habían marchado tras el sonar de la campana de la escuela que anunciaba el fin de las clases y solo unos pocos se quedaban a algunos eventos extracurriculares, por lo que me acerqué para ver que era.

Para mi sorpresa a medida que me acercaba se podía reconocer mejor el sonido pero era extraño unas escaleras llegaban hasta la azotea pero por lo normal estaba cerrado y los pocos que sabían subir eran constantemente regañados por subir a esa altura, por lo que no era normal ver a alguien con las agallas para subir a la azotea y en un arrebato de curiosidad subí las escaleras para ver quien era el héroe que había decidido contradecir a los profesores pero antes de subir por completo las escaleras pude apreciar a una chica de cabello negro completamente sedoso con el uniforme maltratado y por fin el sonido tan característico tomo un sentido eran sollozos con una tristeza sin igual.

por alguna extraña razón no pude ignorar el hecho de que estuviera completamente sola en un rincón de la escuela llorando quizá sea un solitario sin par pero una chica no debería pasar por algo tan cruel o ese era mi pensamiento, así que tome valor para hablar pero no llego el aire a mi garganta por lo que urge entre los bolsillos de la chaqueta de mi uniforme.

Donde recordaba tener una pequeña barra de chocolate con un conjunto de pañuelos de papel, saqué ambas cosas de el bolsillo y estire la mano, pero parecía que la acción no tenía efecto, probablemente porque la mirada de la chica estaba mirando a el suelo quizá reflexionando mientras se desahogaba en un mar de lágrimas.

Ya había estirado la mano así que decidí colocar la barra de chocolate entre las lágrimas que caían de los ojos de la chica, la impresión de la chica hizo que saltara en su lugar por lo que aparentaba que estaba aterrada era como si esperara que alguien la golpeara por lo que di una mirada a sus manos pero no parecía que ella hubiera iniciado una pelea era como si no se hubiera defendido de quien sea que la atacó por lo que  intente hablar lo más delicado que podía pensando como podía hacer que se calmara y que no me viera como una amenaza, así que estire mi mano mientras le hable con delicadeza

Alan- oye, quieres un poco

En la mano estaba la barra de chocolate con un paquete de pañuelos parecía que no la había hecho llorar más, eso ya era un logro pero antes de que pudiera hablar más la chica tomo los objetos de mi mano y con la voz más suave que había escuchado en mi vida me agradeció