MOONWALKER

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—¡Gracias por su compra! ¡Qué tenga un buen día! —despidió al entregar el recibo de compra. El cliente sonrió y salió de la tienda con un bonito ramo de rosas.

Suspiró y dio un vistazo al otro lado de la florería. Su mente colapsó al observar cómo los músculos de Jeno se marcaban a través de la ceñida vestimenta. Se mordió el labio e imaginó distintos escenarios, donde esos fuertes brazos envolvían partes de su cuerpo de forma sugerente; sin embargo, dejó atrás tales pensamientos en cuanto observó que el veterinario ya había terminado de trasladar las cajas con nueva mercancía.

—¡Ésta es la última, Haechi! —habló un poco fuerte, para que el chico detrás del mostrador lo escuchara, mientras dejaba la mencionada sobre el piso—. ¿Necesitas ayuda con algo más? —Se acercó al florista.

—¿Podrías revisar la instalación eléctrica del cuarto de almacenamiento? —preguntó, tímido—. Está fallando desde hace un par de días...

—¡Claro! Pero, antes, dame un beso. —Recargó los codos en el mostrador y dejó caer su peso hacia adelante. Haechan sonrió y plantó un pequeño pico sobre los labios del contrario—. ¿Sólo eso? ¡Dame otro! —Se volvieron a besar, pero esta vez hubo un ligero mordisqueo de por medio.

—¿Así es como ayuda en el trabajo a su novio, Veterinario Lee? —La voz de Mark se escuchó detrás de ellos. El nombrado rió y, una vez más, le dio un suave beso a su novio antes de prestar atención en el empleado temporal de la florería—. Ya terminé de contabilizar las flores del invernadero trasero. —Se dirigió a Haechan, quien tomó las papeletas que le extendió.

—Gracias, Mark. En verdad has sido de mucha ayuda en este mes.

No era un cumplido vacío. La florería había granjeado una buena popularidad, debido a su remodelación y a una publicación en redes sociales de una persona influyente, la cual había recomendado abiertamente la florería y los arreglos florales que se realizaban en ella. Haechan lo consideró como un golpe de suerte; por otro lado, para Jeno fue producto del cariño y esfuerzo con el cual su novio realizaba cada uno de los pedidos. Y, gracias a esta popularidad, Haechan había requerido la ayuda de alguien más, puesto que no se daba a basto con todas las tareas que tenía que hacer para mantener la tienda en buenas condiciones. Por lo que, Mark comenzó a trabajar en la florería por un tiempo indefinido mientras la veterinaria estaba a cargo de Jisung.

—No es nada, Hae. ¡Me gusta trabajar aquí!

—¡Oh! ¡Es bueno escuchar eso! Jeno tenía cierta duda sobre si podrías acoplarte a las tareas requeridas, pero has tenido un buen desempeño. ¿Me podrías decir qué es lo que más te gusta de trabajar aquí? Necesito algo atrayente para el anuncio de búsqueda de empleados.

—¡El salario! —Tiró la indirecta a quien podría ser considerado como su "antigüo jefe". El florista soltó una fuerte carcajada.

—Ja-ja, qué buena broma, Mark Lee.

—No era broma, Jeno. ¿Podríamos hablar de un aumento cuando regrese a la veterinaria?

—Audaz de tu parte creer que regresarás a la veterinaria —bromeó. Mark hizo un puchero, pero cuando estuvo a punto de replicar, el sonido de la campana de entrada lo interrumpió.

—¡Bienvenido! —saludó Haechan al posible cliente.

—¡Buen día! —sonrió y se acercó hacia los tres hombres—. Vengo por la vacante disponible...

—¡Oh, por supuesto! ¿Traes la documentación solicitada? —El chico le extendió un sobre. Haechan le hizo una señal para que se sentara en una de las sillas que había en la esquina del mostrador mientras leía la información que venía en el currículum. En ese intermedio, Jeno se retiró para realizar la tarea que su novio le había encargado. Sin embargo, Mark observó fijamente al solicitante, quien se removió un poco incómodo por la insistente mirada—. Mark, lo estás asustando... —Tal advertencia hizo que el mencionado despejara sus pensamientos—. No te preocupes, por lo general no es así de raro —tranquilizó, bromista.

EL CHICO GIRASOL | nohyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora