Quien alguna vez les haya dicho que la vida sería más fácil luego de pasar el examen para el ingreso de la universidad estaba loco.Pero más loco, son los que se creyeron aquel cuento.
Soohyun por ejemplo.
—Maldita sea la vida, maldita sea la psicología y la profesora de neuro.
Y allí iba, maldiciendo de par en par casi arrastrándose mientras sus dos acompañantes reían entre la pena.
Porque la segunda semana de exámenes había llegado y nadie estaba preparado mental ni físicamente para lo que conllevaba.
-Hey, ¿Con esa boca besas a tu madre?- Go Hari, una de sus mejores amigas, habló.
-Mi mamá está en Malasia, imbécil.
Tal vez, Soohyun no se encontraba del mejor humor. Y es que el haber dormido menos de cuatro horas por quedarse leyendo un material de clases y que al final la profesora faltara, no ayudaba.
A veces, la vida era injusta.
— Nuestra linda Hyunie, no te enojes ¿Hm?- Yoo EunJin, su otra gran amiga, la abrazó por detrás intentando pegarle un poco de buen humor, porque sí había algo que Han Soohyun no sabía disimular eran su estado de ánimo y sentimientos.
Por lo que, parecía verdaderamente estúpido que después de tanto tiempo enamorada de Serim, él no se diera cuenta.
Pero Soohyun no lo culpaba, él tendía a ser muy despistado.
Soohyun no podía ser más obvia por más que no quisiera, era como si sus ojos formaran corazones cada que su amigo la veía o la trataba de forma bonita.
Muy en el fondo suyo, tenía la sensación de que él ya sabía sobre su no tan secreto crush hacia él y en vez de encararlo, Soohyun estaba a la espera de que algún día Serim pueda darle una oportunidad.
¿Por qué no?
Siempre se esmeraba en verse linda o lo más presentable posible, según sus amigos tenía una personalidad burbujeante cuando no está siendo tímida, le gustaba escuchar a la gente con tanta atención como le gustaría a ella que la escuchen.
-Oigan.- De repente, llamó la atención de sus amigas.- Si les gustaran las mujeres, ¿Les podría llegar a gustar yo?- Sutilmente preguntó.
EunJin río y picoteó sus costillas.
-¿Por qué? ¿Qué pasó? ¿Te gusta alguna de las dos y por eso quieres saber?- Pregunto entre seria y juguetona. Soohyun soltó una risa y negó.
-No es nada de eso. Soy linda ¿Verdad?— Dejó la pregunta en el aire, siguiendo inconscientemente el camino de sus amigas.
—Claro que lo eres.— Hari sin dudar respondió.— Si me gustaran las mujeres seguramente serías mi tipo...— Una risa salió de ella.— Que digo, aún siendo completamente heterosexual eres mi tipo.
—Y el mío.— Acordó Eunjin campante a un lado.
Aunque ambas respuestas no la dejaron tan tranquila como quería.
No se consideraba fea, pero había días en los que su reflejo no mostraba lo que ella quisiese que mostrase. Días en los que sus mejillas abultadas lograban frustrarla o días en los que consideraba que sus labios eran extremadamente delgados como para llamar la atención.
O las veces en que sus pensamientos divagaban mirando su propio cuerpo, sintiéndose insatisfecha.
No era fea, pero había días en los que tampoco se sentía linda.