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K estaba enojada, X y N no habían regresado de su misión asignada hace más de una semana, más que enojada estaba preocupada, no quería otra baja como paso con M y G, los dos miembros más jóvenes habían muerto en una de esas estúpidas misiones. Sintió culpa repentina, se quitó la máscara y observó las marcas de lágrimas en ella. Se quedó pensando en cómo había sido tan estúpida para no poder defenderlos, hasta que entró el.
-Jefa, ¿aún no regresan?-
-No, ya pasó mucho tiempo, Hacker me dijo que los vio en el bosque, ya deben estar serca... Espero...-
-N es muy hábil, y ambas de cierto modo no pueden morir, se supone-
-En eso tienes razón, P, necesito que vayas a buscarlas-
-¿¡Yo!? Sabes que también soy un angel, y no puedo morir, pero creo que igual sabes que no puedo salir más aya de la cueva-
-Lo se, hazlo, no importa si sales lastimado, Ann y Dr. Smile te curaran-
-Bien-

El chico salió de ese pequeño refugio ubicado en una cabaña y fue directo al bosque, dónde presenció la silueta de una chica, junto a otra silueta que flotaba por encima de los árboles, eran ellas. Salió corriendo en dirección a donde estaban, pero al llegar no encontró a nadie, solo una espesa capa de oscuridad junto a una de las notas del operador, la tomo y la coloco en otro árbol unos metros después, dónde había una pequeña cruz, junto a dos muñecos, una muñeca y un pequeño muñeco de trapo, ambos muy sucios de polvo. Sé quedo observandolos por unos instantes, en la que su cabeza no podía sacar a esos dos pequeños miembros de la familia, que habían muerto a manos de la policía. No pudo contener las lágrimas, su hermana y su sobrino ya no seguían ahí, con el.
Escucho pasos detrás de el, por lo que se limpio las lágrimas y preparo el arma, se dió una media vuelta rápidamente y ahí estaban ellas, su objetivo principal, X y N.
- P... K te mando a buscarnos ¿Verdad?-
-Si, vamos, está impaciente-
P, o mejor dicho, Santiago, no era de estar de mal humor, al contrario, siempre encontraba una buena razón para hacer chistes o bromas, hoy no era un día muy bueno para el, era uno de esos días que no quieres hacer nada más que morir, o, en palabras de X, agarrar una bufanda y atartela al cuello y saltar de un árbol.

Al llegar, como siempre, el operador los estaba esperando, X y N fueron la información deseada y se fueron con P dónde K, ya más impaciente.

-Tardaron, más de lo deseado, ¿Cuál fue el motivo?-
-X se perdió y la anduve buscando, solo eso-
La chica de la máscara voltio a ver a la otra chica de pelo blanco, que tenía en la cara una sonrisa nerviosa dibujada. No hizo más que darles un golpe en la cabeza al mismo tiempo y salir de la habitación.






Todo esto se los cuento yo, un mago que va a ir apareciendo poco a poco... Esperen hasta entonces :)

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