Formidable Descendencia

591 56 6
                                    

Era fácil oír de Voldemort

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era fácil oír de Voldemort. Antes de que todo cambiase. Antes de que Voldemort se volviera real.

Él era un mito, algo que había ocurrido antes, pero no estaba directamente relacionado con Draco. Voldemort era una idea del paraíso que no fue pero que estuvieron a punto de tocar. Él era como el cielo lleno de estrellas. Algo incalculable, pero a la vez lejano. Draco podía oír por horas a su padre hablar de la victoria que pudieron tener y cómo Voldemort había visto todo lo que los hacía superiores.

A la Familia Malfoy.

A la Familia Black.

Y Draco era producto de ambas.

La pureza que existía en la sangre que corría en sus venas lo hacía especial. Él sorprendía a todos sus tutores privados con la forma en que dominaba sus lecciones. Y cada vez que él corría al estudio de su padre y le contaba sobre el nuevo hechizo que había aprendido, su padre lo miraba con orgullo, pero sin sorpresa. Porque obviamente Draco era excepcional con su magia. Después de todo, él era un Malfoy. Y después de decir eso, su madre acariciaría la mejilla de Draco y agregaría que también era un Black. Y él sentiría su pecho hincharse de orgullo.

A veces Draco se preguntaba si el Señor Tenebroso se hubiese sentido orgulloso de la forma en que él podía desmantelar hechizos e investigar su etimología para crear nuevos. Draco podía pasar horas insistiendo en oír sobre la época en que el Señor Tenebroso había usado la Casa Malfoy como su centro de operaciones.

— ¿Sabes? Él bendijo tu nacimiento. —Su padre le contó una vez.

Su voz hacía sonar el recuerdo como si fuese algo mágico. Como si el cielo mismo hubiese bendecido a Draco. Y obviamente él insistió en saber más.

— El Señor Tenebroso quería enviarme en una misión junto a mi hermana, Bellatrix. —Su madre recordó y sus labios se estiraron con una pequeña sonrisa, casi nostálgica— Yo sabía que llevaba algo más importante que una misión. Así que le comuniqué que estaba embarazada.

— ¿Y qué pasó? —Draco preguntó, con sumo interesado y profunda curiosidad, como todo lo que giraba entorno a su familia— ¿Qué te dijo el Señor Tenebroso?

— Él puso su mano sobre mi vientre. —Su madre asintió para sí misma, reafirmando sus recuerdos de ese día— El Señor Tenebroso me miró y dijo 'Lucio y tú tendrán una descendencia formidable'. Y el tuvo razón. Draco, tú eres formidable.

Era como si el cielo lleno de estrellas hubiese brillado por él. Aunque sea por un segundo.

— Pero recuerda... —Su padre insistió.

— No hablamos con el resto sobre el Señor Tenebroso. —Draco asintió — Ellos no entenderían.

Porque no lo habían conocido como sus padres lo hicieron. La gente no había entendido la lucha que había sido necesaria. Que aún era necesaria. El Señor Tenebroso solo estaba protegiendo al Mundo Mágico. Pero el resto de los magos no entendían. Su cultura, su Historia, sus costumbres estaban en peligro ante la llegada de cada nuevo invasor disfrazado como descendiente de muggles. Ellos no entendían. Pero como el manto celestial, el Señor Tenebroso solo había querido protegerlos. Y gente como sus padres se unieron a él porque desean lo mismo. Porque solo el Señor Tenebroso había visto lo especiales que ellos eran. Lo especial que sería Draco. Pero él se los demostraría.

— Recuerda hacer los amigos correctos en Hogwarts. —Su madre repetiría el día que tendría que dejar la seguridad de su hogar e ir a Hogwarts— Y cualquier cosa que necesites...

— Hablaré con el Profesor Snape. —Draco asintió, sintiéndose un poco mejor sabiendo que tendría un rostro conocido con él.

Draco se prometió brillar para ellos. Desde su primer día de clases, él dejaría de ser un niño. El legado de la Familia Malfoy y la Familia Black lo acompañaban. 

Cielo lleno de estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora