Carta sin entregar

43 11 0
                                    

Nunca había creído en eso de “alma gemela en amistad”.

Hasta que llegastes tú a romperme todas mis creencias en la cara, y lo malo dejó de ser tan malo, y lo bueno ya no se sintió tan bueno.

Eres ese algo/alguien que le faltaba a mi vida.

Cariño, eres todo lo bueno que hay en el mundo, gracias por tanto.

Nunca había tenido la necesidad de pedir perdón, hasta que llegaste tú.

Perdóname si en algún momento te he hecho daño.

Perdón por cada palabra hiriente que te he dicho.

Perdóname.

No te niego que a veces me preguntó si lo nuestro tendrá final. No quiero perderte. No todavía.

Sé que pasará, sé que tienes que seguir, pero es doloroso pensar que algún día te irás  y no volverás a mí.

Notas sin destinatarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora