|Encargo|

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Se revolvió entre las suaves sábanas de su cama. No quería salir de su habitación, no tenía ganas de nada, de ver a nadie, simplemente dormir todo el día, pero sabía que no podía quedarse allí. Se incorporó en su cama y se frotó los ojos, se levantó y fue a su tocador, mirándose al espejo.

(Inútil)

Observó las cicatrices de su pecho con furia, intentando no romper el maldito espejo de un puñetazo. Suspiró profundamente, venía arrastrando una racha de ataques de ira por razones absurdas. Un día llegó a partir una mesa en dos por que Chica le dijo que tenía "poco potencial" como vocalista, eso le jodió bastante, aunque solo era el bajista de la banda. La mayoría de las veces, no lo hace intencionalmente, simplemente sale de el. Sus problemas de ira no son de ahora, desde hace varios años tiene esos ataques incontrolables. Y sumarlo con que Monty no es precisamente lo que se dice "amigable"...

No recordaba el tiempo que llevaba viviendo en ese centro.

Frotó su cara con sus manos para despertar los músculos de su cara. Se dirigió al baño, ahí se desnudó y se metió a la ducha. Media hora es suficiente, salió de la ducha y se puso su ropa casual. Salió de la habitación para dirigirse a la sala de reuniones, al parecer, tenían que darles una charla sobre "novedades"

~~~

Abrió los ojos y vio el colorido techo de su habitación. Se incorporó y se sentó en el borde de su cama. Se quedó mirando al suelo por unos minutos, pensaba en todo y a la vez en nada. Éstos días ha estado sintiendo que nada tiene sentido, que no hay una razón por la cuál despertarse. La misma rutina de todos los días es devastadora, te deja seco y sin ganas de nada. Aunque sea el vocalista de una banda famosa, aunque tenga muy buenos amigos, aunque ame con todo su corazón a los niños que vienen a verles todos los días... Aunque adora su vida, a la vez, la odia. Desearía poder sentir que tiene el control, desearía poder ser suficientemente bueno para todos. Dirigió su vista hacia el reloj digital en su mesilla.

[ 10:46 ]

Eso puso sus pies en la tierra otra vez. Tenía una reunión con sus compañeros y el encargado a las 11:00! Se levantó alterado y rápidamente se fue a duchar. Tardó unos 10 minutos, le quedaban 4 para vestirse e ir pitando a la sala de reuniones.

~~~

Monty llegó el primero. Estuvo un rato en su teléfono intentando no pensar en nada, intentando no pensar en que tenía que verle la cara a la principal causa de sus ataques de ira estos meses. Hasta pronunciar su nombre en su cabeza le parecía demasiado pesado. Empezó a escuchar unos pasos, rezó para que no fuera el mismo en el que estaba pensando hace unos segundos. Se abrió la puerta y ahí estaba.

Freddy, o Fazbear, como le llama el.

Levantó la vista y cruzaron miradas.
-Bufido— Genial...
Freddy notó ese tono. Siempre lo notaba, notaba el desprecio constante del caimán hacia el. A veces ni siquiera intentaba disimularlo, simplemente era un estúpido. Prefirió no entrar al trapo, el no era de peleas, ni verbales ni mucho menos físicas. Se sentó en la silla que estaba justo en frente de donde estaba sentado Montgomery. No era ningún tipo de provocación, pero el caimán lo tomó como tal.

(Idiota)

La idea de arreglar las cosas con Freddy había pasado por su cabeza un par de veces pero no era algo que se fuera a tomar demasiado en serio. Levantó la vista de su teléfono de nuevo y empezó a observar por alguna razón las facciones de Freddy con detenimiento, no sabía muy bien porque lo hacía, no tenía razón aparente. Los ojos azules zafiro, las mejillas rosadas, su pelaje suave y marrón... parecía que lo habían diseñado específicamente para el trabajo que ocupaba. La envidia y un odio pesado invadió su cuerpo y mente, realmente odiaba a ese maldito oso.

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⏰ Última actualización: Nov 02 ⏰

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Te odio, FazbearDonde viven las historias. Descúbrelo ahora