³𝐅𝐀𝐍𝐓𝐀𝐒𝐘| 𝐂𝐀𝐑𝐋𝐈𝐒𝐋𝐄 𝐂𝐔𝐋𝐋𝐄𝐍

capítulo cuatro| encantada

IV. ENCANTADA!

LLEVABA SOLO DOS DÍAS AQUÍ EN PRINCE RUPERT  y estaba maravillada con todo el lugar, es impresionante como todo el lugar tenía algo mágico.

Desde sus frondosos árboles hasta el gris del cielo, algo que en California no era común ver, este lugar me tenía realmente enamorada.

Claro que sabía que era un hermosos lugar, en total solo había venido tres veces, incluida esta, pero en la primera no tenía cabeza para pensar en otra cosa que en como estaba Jake y la segunda, la muerte de mi abuela, donde solo vine a su funeral.

Pero ahora, me había dado el tiempo de observar todo, cada minúsculo detalle, llenando mi cabeza de historias, llenando mi mente de fantasías donde él era el protagonista.

Claro que él no existe, es alguien de mi mente, si  rostro, sin identidad, pero ahí esta, no sabía como era físicamente, pero si sabía lo puro de su corazón, sabía que creía en el bien y que cuidaba a los suyos.

Pero no existía, era un producto de mi imaginación, era simplemente él.

Alguien tan perfecto que no podría ser real.

Me encontraba caminando por los alrededores del lago, el cual era parte de las tierras, este poseía un agua cristalina y por como había tocado, algo fría.

Me acerque al muelle, sentándome en la orilla con los pies metidos en el agua, con mucho cuidado, ya que según sirse, el lago era algo profundo, aun más al lado del muelle, donde mi abuelo y papá se ponian a pescar.

Me recargue en mis manos, sintiendo el aire fresco llegar a mis pulmones, según me reloj, eran veinte para las cinco de la tarde.

Rosalie no tiene que tardar en llegar, pensé mientras me ponía de pie y me calzaba los tacones.

Pero en un descuido perdí el equilibrio cayendo al agua, pésimo momento para decir que no se nadar, intentaba mover mis brazos y piernas en un bano intento de conseguir oxígeno, pero para mi desgracia, no lo lograba, lo último que pude notar fueron los leves rayos del Sol.

—¡CARLISLE NO RESPIRA!

—hago lo posible Rosalie.

Siento murmullos a lo lejos, cuando pude volver a abrir los ojos, pude botar toda el agua que estaba acumulada en mis pulmones, volviendo a respirar con normalidad.

—¿Se encuentra bien? —pregunto un nombre Rubio a mi lado.

Por Dios, es el hombre más guapo que pude haber visto, sus ojos eran similares a los de Rosalie, solo que los del varón contaban con interés brillo especial, su piel pálida y su cabello Rubio  simulaba ser el mismo sol.

—¿Emma? —pregunto Rosalie, al lado del hombre.

—sí, lo siento —dije saliendo de mi ensoñación. — Me encuentro mejor.

Dije intentando ponerme de pie, pero si no fuera por el hombre me encontraría en el suelo, este me ayudó a levantarme, sin soltarme me sonrió.

—Carlisle Cullen —se presentó.

¡Él era el padre de Rosalie y Emmett!

—es un placer —dije extendiendo mi mano—Emma Lovepu're, muchas gracias por salvarme —dije media avergonzada.

—no fue molestia.

El dijo pero viendo lo empapado que estaba no pude pensar que fuera mentira, con lo distraída que estaba con su belleza no había notado como su cuerpo y el mío se encontraban empapados por el agua.

—lo lamento mucho. —dije una vez Carlisle me ayudó a ponerme de pié.

—lo repito —sonrió de manera perfecta, sentí cómo si el sol me estuviera dando los buenos días. — no fue una molestia.

—toma, Emma.

Rosalie me tendió una toalla, la cual acepte encantaba, me estaba congelando de frío.

—aún me siento avergonzada. —comente mientras Rosalie me ayudaba a secarme. — ¿me aceptarías un té con unas galletas como disculpas?

Carlisle y Rosalie compartieron una mirada, sin antes asentir ambos.

—perfecto.

Y tomamos rumbo a la mansión, teniendo un buen presentimiento.

Quizás la llegada de los Cullen me ayudarían con la historia.