A los ojos de Anahi

Capítulo 1: "Tormento"

Hola soy Anahi, tu Anahi de hace casi 30 años!
Te invito a conocer el mundo a través de mis ojos.
¡¿Vamos por partes?!
Donde empezó todo... Bueno, mi vida siempre ha sido una auténtica locura, empecé muy joven haciendo cormeciales, y no tardé mucho en llegar a actuar en telenovelas.
Descubrí talentos muy temprano y despertó una estrella en mí, que sabía que tenía el potencial para brillar más y más.

La música llegó de repente a mi vida, yo era una niña, ¡una chiquita!
Pero aun así, vieron en mí talento y una voz increíble, no entendí, pero como dije, ¡había una estrella que habitaba mi cuerpo y necesitaba brillar!
Bueno, crecí y mejoré cada vez más, mi voz mejoró con cada día que pasaba, y estaba cada vez más orgullosa, al final, ¡era algo que solo yo tenía!

Pasó el tiempo, y mientras yo era una niña, ¡todo estaba bien!
Los problemas empezaron a surgir cuando estaba entrando en mi preadolescencia, la fase de los 13-14 años.
Las chicas nos cobramos mucho, principalmente porque empezamos a interesarnos por los chicos, y empezamos a disfrazarnos y a querer caminar con un patrón que en nuestra cabeza existe y tiene sentido.
Normal, ¿no?
¡Sí, para una chica normal, con una vida normal!
Para mí fue muy diferente, mucho peor.
Traté con el público, no era suficiente tener que ser perfecto para mí o para mi amor platónico en la escuela.
Tenía que complacer a todos, sin excepción, mi carrera estaba en juego.
Nunca olvido el día que tuve que cambiar para ser aceptada para hacer lo que más amaba en la vida... -Anahi, si quieres protagonizar la telenovela, ¡cambia! El personaje tiene que ser delgado.
¿A qué te refieres con delgado?
¿Más delgado de lo que ya soy?
Sí, en mi mente tenía el cuerpo perfecto, ¡perfecto para mí, para una niña de 13 años!
Nunca me preocupé por tener demasiada o muy poca grasa, pero para complacer a los demás, ¡cambié!
¡Vamos Any, puedes hacerlo!
Realmente, lo hice de la peor manera.
Empecé a no comer bien, y cuando lo hice, corrí al baño, sacándolo todo a través de los vómitos.
Pero sí, obtuve el cuerpo tan esperado, ahora Anahi, ¡bienvenida al estrellato, el personaje es tuyo!
En ese momento recuerdo que vibré mucho, porque sé lo difícil que fue para mí conquistar mi cuerpo flaco, pero ¿entonces qué?
¡Tuve que mantener!
Y la dieta del baño siguió, comí, vomité, y así fueron mis días... ¡Un tormento!

Continuará...