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Chifuyu no podía despegar su vista del muchacho que tenía en frente, llevaba unos lentes que cubrían su rostro casi por completo y el cabello lleno de gel para mantener una coleta, no pudo evitar soltar una carcajada, dándose cuenta de que su amigo de años había hecho un disfraz de él mismo de adolescente.

— ¿También fue idea de Mikey? —Cuestionó, divertido.

— Fue idea de Hanagaki.

Matsuno estaba muy divertido con la expresión de su mejor amigo, después tendría que agradecerle a su compañero de cuarto por aquella escena tan cómica. Por otro lado, Baji estaba desesperado con el uniforme escolar que usaba a sus catorce años cuando ahora tenía 20 y había crecido en todos los sentidos, el uniforme se sentía demasiado apretado.

— ¡Esto molesta!

Y con un simple movimiento brusco la tela cedió, rascándose en más de una costura, Baji, frustrado, terminó de rasgar su ropa, quedando solo con los pantalones, Chifuyu estaba tan divertido que tardó en notar que ahora Baji se encontraba semi desnudo frente a él.

— ¡Baji-san! Debes vestirte.

El más bajo cubrió sus ojos con ambas manos, rogando internamente que su rostro no delatara lo mucho que le había gustado aquella corta pero paradisíaca vista.

— ¿Por qué te colocas así? Siempre te vuelves tan raro cuando me quito la camisa.

Chifuyu no se atrevía a mover sus manos pero por experiencia sabía que Baji no se molestaría en colocarse algo de ropa, no notaba lo que pasaba con Chifuyu cada vez que lo veía así.

— Chifuyu. —Llamó Baji, obligando a Chifuyu a bajar las manos—. ¿Te gusto?

Chifuyu fue tomado con la guardia baja, su cerebro parecía que había dejado de funcionar por unos minutos y analizó cada letra de la pregunta del pelinegro antes de reaccionar saltando hacia atrás con la cara y orejas completamente sonrojadas.

Había sido atrapado.

— ¡No soy gay! —Chifuyu gritó lo primero que su cabeza pensó—. Quiero decir, Baji-san es atractivo... Encantador... Pero, pero...

Fue interrumpido por la risa de Baji, era obvio que había sido atrapado por el ardor que sentía en su rostro, no tenía forma de negarlo porque si lucía exactamente igual como se veía su mejor amigo en ese momento, no había dudas.

Baji cubrió la mitad de su rostro con su brazo con ganas de cubrir la vergüenza que se reflejaba en su rostro, Hanagaki no solo le había sugerido que usara su antiguo uniforme, también había insistido en que vigilara las expresiones de Chifuyu para identificar lo que sentía por él.

— Maldita sea, así que es mutuo.

Baji había sacado a Chifuyu de su zona segura, para el de ojos azules la vista que tenía enfrente era irremediablemente encantadora y solo deseaba jamás dejar de ver a Baji sonrojado.

El más bajo por instinto se acercó al moreno, le pidió que descubriera su rostro y así lo hizo el otro, Chifuyu tomó impulso y unió sus labios con el pelinegro, sorprendiendo a este pero no tardó en mover sus labios en un ritmo constante y que poco a poco iba subiendo de intensidad.

Las manos de Chifuyu encajaron perfectamente en la cintura de Baji, atrayendo el cuerpo ajeno hacia el propio, volviendo la distancia nula. El beso acabó cuando los dos necesitaron respirar con urgencia, ambos estaban sonrojados y jadeando.

La cabeza de Baji terminó descansando en el hombro de Chifuyu y en ese momento fue cuando lo sintió, Baji estaba teniendo una erección que se rozaba contra su cuerpo después de un solo beso, Chifuyu estaba evitando tener la misma reacción cantando en su mente.

Dulce Chico [One-Shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora