( The Begin )
Es hermoso, sin duda, maravilloso. Apreciar el atardecer sentada en la arena, esperando el momento en el que el sol desaparezca, como si se uniera de alguna manera con el mar. La brisa choca con mi rostro, alborotando mis pelos con ella, se siente agradable, me brinda un sentimiento de paz y tranquilidad.
— Es relajante. ¿Cierto? — Una voz desconocida resonó, volteé alertada hacía esa persona sin dar respuesta. Un chico peli negro estaba sentado a mi lado observando el atardecer. Asentí levemente, sin dejar de observarlo.
¿De donde ha salido?
— Me llamo Jungkook.
— T/N. — respondí directamente, me encontraba extrañada, no es normal que un chico desconocido se siente a tu lado así sin más.
— ¿Has venido antes? — volteó a mirarme — Jamás te había visto por aquí.
— Sí, he venido antes, prácticamente vengo todos los días. — miré a mis pies, comenzando a mover mis dedos contra la arena.
El no respondió, supongo se habrá entretenido observando el atardecer. Tonos morados y rosas adornaban el cielo, las nubes tomaron un leve color naranja. La brisa aumentó al paso de los segundos. El sol bajaba lentamente hasta el punto que desapareció de nuestra vista y el cielo se volvió completamente oscuro. Al instante, me paré rápidamente tomando mis cosas, el chico me observó, no le di tiempo a reaccionar cuando ya estaba caminando alejándome de él.
No quería ser maleducada, pero solamente Dios sabrá de donde este chico habrá salido. ¿Y si es un violador o un secuestrador? Se que no puedo ir por la vida pensando que cualquier persona que se me acerque es un criminal, pero la simple idea de que lo sea no deja de cruzar por mi mente.
— Hey, oye, disculpa — Jungkook me llamaba, al parecer estaba corriendo, podía escuchar sus pasos apurados. Me llené de valor, y voltee hacía atrás esperando encontrarme con el.
— ¿Necesitas algo? — Dije tratando de mantener mi voz estable.
Su respiración estaba agitada, su pelo se encontraba desorganizado, tenía una leve capa de sudor sobre su piel. Sus ojos oscuros miraban directamente los míos, como si tratara de descubrir algo en ellos.
— No quiero parecer extraño, pero — Comentó arrascándose la nuca, cuando le interrumpí.
— Ya suenas extraño. — El se rió, llevando su pelo hacia atrás, su risa me transmitió algo de confianza y tranquilidad, por lo que me relaje y me permití reírme con el.
— Lo lamento, solamente quería saber si podías pasarme tu número y a lo mejor volver a ver el atardecer juntos. — Dijo bajando su mirada hacía el suelo, parecía tímido y nervioso. Cosa que no noté en el momento que me hablo. No le respondí, me quedé callada observándolo, noté que tenía un piercing en su labio inferior y su brazo derecho se encontraba adornado por númerosos tatuajes.
Al notar que no obtenía una respuesta de mi parte volvió a hablar — Si no deseas, enti-
Le interrumpí — Claro, te pasaré mi número, también me agrada la idea de volver a ver el atardecer contigo, Jungkook. — Dije sonriendo, a lo que el me devolvió la sonrisa.
Después de intercambiar números, nos despedimos y comenzamos a caminar por diferentes caminos. Cuando llegué a casa decidí prepararme para dormir, mañana tenía unos exámenes y deseaba dormir bien para estar completamente concentrada en mi trabajo. Ya en la cama revisaba las redes sociales por última vez antes de acostarme a dormir, mi teléfono vibró y una notificación apareció en la parte superior de la pantalla mostrando un nuevo mensaje. Es de Jungkook.
Jungkook
Hey.
Jungkook
¿Llegaste bien a casa?
Nervios, mariposas, sonrojos.
¿Que está pasando? ¿Tan pronto?
