Arco 1: Una dulce espera.
Capítulo 1: Selección para la futura emperatriz.— ¡Su majestad! ¡Le imploramos su perdón! ¡Lo sentimos mucho! —Un anciano canoso se arrodillado frente al emperador a pesar de que sus rodillas rechinaban y dolían. —Por favor, déjenos vivir y tomé la vida de nuestro hijo en lugar que la nuestra.
—No... — Una mujer anciana con su rostro lleno de arrugas interrumpió. Tenía miedo del emperador, pero tenía aún más miedo de su marido que era capaz de vender la vida de su hijo. —¡¡NO VOY A DAR A MI HIJO!! ¿¡POR QUÉ NO INTERCAMBIAS TÚ VIDA POR LA NUESTRA!? ¡¡LA DE TU ESPOSA E HIJO!! ¡¿ERES TAN COBARDE!? —La anciana se enderezó e intentó huir del lugar, pero los guardias la detuvieron y la tomaron de los brazos, pero a pesar de la fuerza no soltó a su hijo recién nacido.
La pareja tenía más de 50 años casados, pero jamás pudieron concebir un hijo. Su anhelo por ver al menos un fruto de su amor era inmenso, pero por más que lo intentaron no fueron capaces. Visitaron innumerables doctores, probaron cualquier tipo de remedio o medicamento que les recetarán, intentaron diferentes posiciones, lo hicieron en días específicos, pero nada funcionó.
La anciana lloraba diario. Su sueño era ser una madre amorosa y esposa virtuosa, pero si no tenía un hijo ¿Cómo podría ser una madre amorosa? Si ni siquiera le podía dar un hijo a su esposo ¿Cómo podría ser una esposa virtuosa? Cada día que pasaba la mujer envejecía más y cuando se dieron cuenta sus mejores años se habían esfumado. Incluso si concebían un hijo ya no tendrían la condición para cuidarlo. Temían morir cuando su hijo fuese apenas un infante.
No, el hombre temía por su hijo. El entendía que incluso si amará tanto a su hijo ya no podría ofrecerle una buena vida. El hombre temía morir antes de que su hijo cumpliera la mayoría de edad. Ya tenía más de 70 años, ya tenía mucha suerte de vivir tanto. Él no creía llegar más lejos que los 80. Sin embargo, la anciana no pensaba lo mismo. Estaba siendo egoísta, sabía lo mismo que su esposo. Sabía que no podía darle una buena vida, sabía que no viviría más de 80 años, pero aún así, quería vivir sus últimos años como madre. Quién sabe, tal vez en su agonía se llevaría a su hijo con ella.
—¡Mujer codiciosa y egoísta! Claramente sabes que anhelo un hijo tanto cómo tú, pero ¿me llamas cobarde por procurar a nuestro hijo? —El temor que le tenía al emperador escapó por la misma puerta por la que su esposa intentó huir. —¿Qué le espera a nuestro hijo si nos lo llevamos? ¡Una vida miserable! —Ignoró al emperador y como pudo se levantó ignorando su dolor, se acercó a su esposa enfurecido. —Dame a mi hijo, se lo entregaré al emperador.
—¡Que no! ¿Que tendrá una vida miserable con nosotros? ¡¿Y cómo crees que será su vida como esclavo de un emperador tan frívolo y cruel?! —La anciana abrazó más fuerte a su hijo. — ¡Claramente quieres matarlo antes que nosotros! —La anciana no se daba cuenta de su fuerza, pero ella sentía que si abrazara con todas sus fuerzas a su hijo tal vez podría regresarlo a su vientre y así nadie podría arrebatarle de sus brazos. —Mi precioso hijo...
El bebé en sus brazos comenzó a llorar y por primera vez el emperador mostró interés. No, el emperador mostró verdadero enojo e ira. Cuando el llanto del bebé llenó la sala también se llenó del aura asesina del emperador.
El anciano temía que el emperador se enfureciera y matará a su hijo para callarlo.
—¡Basta, mujer, dámelo, suéltalo, detente! —El hombre comenzó a forcejear con su esposa, asustando más al bebé. La sala estaba llena del llanto tierno de un bebé y los gritos de un anciano mientras la anciana callaba y se concentraba en no dejar ir a su hijo. —¡¡DAME A MI HIJO- —Antes de que pudiera sacar todo su enojo en ese grito, la cabeza del anciano fue separada de su cuello por la espada del emperador. Ni siquiera se dieron cuenta de cuando se levantó de su trono y se acercó a ellos. La sangre salpicó al emperador, al bebé, a la anciana e incluso a los guardias que aún la sostenían.
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Rosas Azules [BL].
FantasyEl emperador Sebastián decidió convertir en su emperatriz masculina al bebé que había sido creado con la piedra de la vida. Después de eso, innumerables críticas comenzaron a circular y la más ruidosa fue la que aseguraban que el amor entre un emper...