Yo los llamo, pero ustedes no me responden; les hago señas, pero ustedes no me hacen caso”.
Proverbios 1:24
Hola muybuenas tardes como estas espero que bien yo aqui esperando para ver que comemos!!! Y empezando un dia de mucha calor..
Bien Cuando escuchamos la frase: “Oír la voz de Dios” como concepto se nos viene algo que se pueda escuchar audiblemente, pero la verdad es que para oír la voz de Dios no se necesita una voz como de trueno que nos hable directamente desde el cielo, sino más bien situaciones, palabras, frases, o diferentes experiencias que viviremos día a día en donde la voz de Dios es clara para nuestra vida.
Hay cosas que a veces estamos practicando que muy bien sabemos que no son correctas, sin embargo esperamos que Dios “nos hable” directamente para dejarlo de hacer
Muchos de nosotros estamos familiarizados con este dicho: "¡Debes nacer de nuevo
Existe una diferencia entre oír y escuchar. Muchas veces hablamos a nuestros hijos y ellos no quieren escuchar el mensaje, por lo que es imposible establecer una comunicación..
Las personas no quieren escuchar la voz de Dios porque demanda un cambio de actitud que no están dispuestas a realizar.
El Señor nos habla de diferentes formas. Muchas veces a través del mensaje del pastor o el consejo , de un familiar etc..
Las circunstancias que se van presentando que nos hacen reflexionar y pensar en lo que Dios está tratando de decirnos. Es posible que cuando Dios quiere decirnos algo exista alguna interferencia que evite que el mensaje sea claro.
No necesitamos equipos electrónicos para mantener una buena comunicación con Dios, tampoco recibimos un mensaje diciendo que la batería no está cargada o que no estamos conectados.
No se nos pide que marquemos otro número, ni tampoco encontramos los circuitos ocupados. Nuestra línea con Dios siempre está disponible.