𝗖𝗨𝗥𝐒𝐄𝐃 | 𝖬𝖺𝗁𝗂𝗍𝗈 𝖿𝖾𝗆 +21

01| Cursed with a bless

____________Me encontró cuando estaba agonizando, me miró por unos segundos ¿Qué es lo que haces? Porque aún no me matas, eres un espíritu maldito cómo la que acabo de matar, anda deja de verme sufrir es patético, mátame; le decía en mi mente, no podía respirar bien y cerré los ojos.

En mis sueños aún estoy en el instituto, veo como Yuuta entrena con Maki y yo me escabulló por el salón para saltarme la clase, hasta que me cachan y mandan a cazar a una maldición de bajo nivel, soy la mejor de la clase, pero no en habilidades físicas, ni comunicativas.

Gojo a solicitado que fuera acompañada aunque la maldición fuera de bajo rango me repetía una y otra vez "ve con alguien", cómo si pudiera hablar con alguien sin tener que tartamudear.

El playboy tenía razón, la maldición era de un bajo rango pero no debería ir sóla, los que me hicieron esto no fue ese mediocre espíritu.

Escucho una voz a lo lejos y siento mi cuerpo más liviano, si esto es estar muerta es muy jodido, aún puedo seguir pensando mi miserable existencia.

Abro los ojos, estoy en una tipo bodega y recostada en una cama, intento levantarme pero mi brazo está lastimado.

"Ey tú por qué no me mataste" digo en voz alta, puedo ver la maldición que está en una esquina mirándome.

"Porque aún no sé cómo manejar mis poderes" decía acercándose, es alto, con líneas en la cara y supongo que en todo el cuerpo, el cabello hasta los hombros y vestimenta negra.

"¿Por qué tienes figura humana?" le dije enojada, no tengo ninguna herramienta para defenderme.
Es de grado especial, lo puedo sentir.

"Puedo tener cualquier forma" al dar otro paso, se hizo chico, de altura y de aparicencia justo como un pequeño niño.

"Lo ves" volvió a hacerse cómo antes, se sentó alado de mí.

"¿Qué es lo que esperas salvandome?" Me levanté sosteniendo mi hombro.

"Ni yo mismo lo sé" alzó los hombros. "No tengo mucho en este mundo, apenas estoy aprendiendo de como manejar el poder que tengo"

"No es poder se llama maldición, hechizos" me senté alado de él. En el instituto jamás nos hablaron sobre espíritus pensantes, justo como el que tengo alado.

"Te salve porque tú eres la primera que me ha visto" se acercó a mí sonriendo.

Entonces comprendí que no se había topado con un hechicero y por eso me salvó, porque fui la primera en notar su presencia. Supongo que al ser una maldición que no lleva mucho tiempo en la tierra le costó trabajo adaptarse al no saber qué es.

"Ya estoy bien, me tengo que ir" le dije levantandome.

"No es cierto" él me sostuvo de la muñeca "¿Por qué te vas?"

Me deben estar buscando, quiero decirle.
Pero me detengo, en cierta forma no quiero irme, por fin tengo paz fuera del instituto.

___Hace años cuando Gojo me encontró estaba con una cuerda alrededor del cuello, desde que tengo uso de razón, mamá me recordaba que fui bendecida por el don de ver las maldiciones y acabar con ellas. 
No lo decía tal cuál, pero intuía que hay un mundo más allá del que conócemos, y si eres capaz de verlo es porque tienes una meta que cumplir.

Lo que no sabía mamá es que; estoy maldecida con una bendición.Me atormentaban, me hacían sentir miedo, no por ellas, si no por sus creadores; los humanos.

Aquellas maldiciones no tenían la culpa de nacer ni atormentarnos si no fuera por los humanos, por la envidia, los celos, el amor...

"Hola te estoy hablando" de nuevo me habló, moviendo su mano de lado a lado enfrente de mi cara.

"¿Tienes un nombre?" Le pregunté volviéndome a sentar en la cama, al observar más con detalle me percaté que aquí era su hogar.
Una cama, unas cajas dando la apariencia de que es un sillón, y una tipo cocina, hay un plato y un vaso roto. Piensa que es un ser humano. Suspiré.

"Nadie te ve porque no eres como yo, eres un espíritu maldito" le dije volteandolo a ver.

Me miró boquiabierto.
Al parecer si sabía, pero no lo quería admitir.

"Pero yo... Tengo un alma" dijo tocándose el pecho.

"Si y desgraciadamente por eso estamos en este mundo" me acosté en la cama.

"Cuando me encontraste estaba agonizando, ¿Sabes que les pasó a los otros?" Le pregunté.

"No entiendo cómo lo hice pero los toqué y se convirtieron en esto" sacó una figura de su bolsa, como un llavero algo café entre grisáceo.

"Oh, uno de esos malditos está aquí" le dije tomándolo de sus manos.

"Odio a la humanidad, son crueles, egoístas, manipuladores, y estúpidos" sostuve con mis manos alguno de esos hombres que me acorraló en un callejón después de acabar con el espíritu.

"Espero que sufran demasiado" se lo regrese de vuelta.

"... nací del odio de los humanos hacia otros" él dijo viéndome.

"Si y tal parece que controlas tu poder a voluntad, me hubiera convertido en eso, cuando me trajiste hasta aquí" le dije levantandome.

"Ahora sí piensas matarme o experimentar, te agradecería que lo hicieras ya, quiero descansar de este jodido mundo" le di la mano.

Él me miró de arriba a abajo y con brío acercó su mano a la mía, sentí sus dedos fríos apretando los míos, cerré los ojos.

" Estoy convencida que este mundo no es mi lugar, había intentado suicidarme en varias ocasiones, desde muy chica me cansé de vivir, porque aprendí una cosa; la humanidad siempre va a buscar la manera de autodestruirse.
Cambios climáticos provocados por el ser humano y las industrias cegadas por el dinero, la ambición... Extinción de los animales, provocados por el ser humano y su caza exagerada, explotación de las hermosas pieles, alimentarse hasta no sentirse satisfechos, incluso usan a los animalitos por su propio y asqueroso placer... La sobrepoblación y el maltrato infantil, pedófilos, y demasiadas cosas.
La humanidad es la peor raza que exista, de qué sirve vivir en este maravilloso planeta si siendo carcomido por la peste llamada humanos.
Y yo soy una de las primeras en odiar a mi especie" le dije mientras seguíamos apretandonos la mano.

Al no sentir la mano del espíritu abrí los ojos, el me veía sonriendo.

"Puedo sentir tu mala energía, aún no estás convencida en irte" se levantó y me tocó la cara.

"No he hecho muchas cosas divertidas" suspiré viéndolo a los ojos.

"¿Asesinar?" Me preguntó rodeandome.

"No, es algo muy estúpido"  le dije riéndome.

"¿Qué es? Me da curiosidad saberlo" me dijo animadamente sosteniendo mis manos.

"¿Te reirás si te lo digo?" Ladee mi cara dándole una media sonrisa, sonrojada por lo que diría.

Negó pero su sonrisa me hizo saber que si lo haría.

"Si te lo digo, me prometes algo" le dije sincera, sin reírme.

Él se paró derecho y alzó una de sus manos con el meñique levantado. "Lo prometo"

"Muy bien" levante mi meñique acercándolo al suyo.

"Promete qué me matarás cuando mi amor sea correspondido" lo dije suspiré y cerré mi meñique junto al suyo.

"¿Mi amor sea correspondido? Qué tratas de decir" quitó su meñique.

"Me gusta alguien y me iré a confesarle, si me corresponde, me sentiré feliz y podré irme sin tener que regresar a este mundo encarnada en un espíritu maldito rechazado" reí.

"Ya veo, te mataré cuando tú amor sea correspondido, lo prometo" sonrió.