| Capítulo 2. |

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[ El capítulo 2 anterior fue eliminado por diversos motivos, este es un nuevo capítulo creado/escrito desde cero. ]

[ ... ]

En algún lugar de Corea del Sur. El clima era tempestuoso con algunas nubes cubriendo el cielo, cualquier cosa podría pasar en días como estos.

— ¿Estás consciente de que lo que me estás pidiendo es un delito? -susurró estérica-

— Lo harás ¿O no?

— Sabes bien que no quiero hacerlo.

— Pero lo harás, ¿Cierto? -preguntó en amenaza-

— ¿Qué me harás sino?, Puedo perder mi trabajo por tus caprichos.

— Consigues otro, fácil. Solo te estoy pidiendo una cosa, UNA sola cosa.

— Y yo te estoy diciendo que no. Me niego rotundamente Lee.

— ¿Se te olvidó lo que me hizo?

— No... Pero ya son años desde eso. Hay que seguir.

— ¡Es fácil para ti decirlo carajo!, Tú no sabes lo que sufrí, lo que pasé por su culpa, lo que perdí... ¿Acaso no te importa?

La pelirroja lo pensó por unos minutos, después de todo era su sangre, estuvo presente en esos peores momentos, no sabe lo que se siente en carne propia pero con presenciarlo era más que suficiente. Y si nadie se enteraba, nada había pasado.

— Bien. -suspiró rendida-

— Sabía que no me abandonarías en esto chiqui. -sonrió satisfecha-

— Como sea. Dame el nombre y yo me encargo del papeleo, en una semana tendré tus papeles.

— Park Jeong. -miró con detenimiento a la segunda pelirroja presente y después habló nuevamente- Gracias bebé.

— Más te vale Jimin no se entere de esto, y de ser así yo estoy fuera.

— Dalo por hecho...

El pasado no se va. Le gusta jugar, esconderse y volver.

__ Busan, Corea del Sur. __

Sun: Papi, ¿Cómo enamoraste a mamá? 

Jimin: Matando gente. -sonrió ladino ante aquellos recuerdos-

Tn: ¡Jimin! -gritó exaltada, pues ella era aún muy pequeña para conocer la alocada aventura entre sus padres- No le hagas caso mi amor. Esa historia es un tanto larga que te contaremos después.

Jimin: ¿Por qué no ahora?, Digo, para que conozca su linaje desde pequeña. Para que conozca la sangre Park. 

A Jimin le encantaba ver rabiosa a su mujer, colocarla entre la espada y la pared frente a su hija. Deseaba con anhelo tener un varón, pues él al envejecer dejaría a su hijo frente al negocio Park.

De un momento a otro Sun Hee no se encontraba en su campo de visión, había ido a algún lugar de la casa a seguir jugando, con muñecas tal vez.

Jimin: ¿Recuerdas cómo te conquisté nena? -se levantó del sofá y se acercó hasta su esposa para tomarla de la cintura-

Tn: Con comida, muy original de tu parte.

𝐒𝐞𝐜𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚𝐝𝐚 𝐏𝐨𝐫 𝐔𝐧 𝐏𝐬𝐢𝐜ó𝐩𝐚𝐭𝐚 𝟐. 𝐏𝐚𝐫𝐤 𝐉𝐢𝐦𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora