Se conocían desde pequeños, casi como hermanos conviviendo juntos cada segundo del día ya que su madre trabajaba para los Todoroki en su casa como ama de llaves.
El era cinco años mayor que Shoto. Espero impaciente al igual que los hijos de Enji el nacimiento del bicolor, siendo casi como un cachorro más para Rei y ganándose cierto cariño por parte del segundo empresario más importante de todo Japón, llegando a quererlo como un hijo igualmente, enseñándole todo lo que sabía, al igual que con Fuyumi, Natsuo y Touya quienes lo consideraban otro de la manada por más diferentes que fueran.
La sensación que le recorrió el cuerpo cuando tuvo al pequeño entre brazos fue como una pequeña descarga eléctrica mientras su corazón latía con fuerza después de que la albina le invitó a hacer dicha acción, la cual aceptó nerviosamente. Algo dentro de el le decía que tenía que protegerlo de cualquiera que quisiera dañarlo, sientiendo que tenía razón, debía mantener ese brillo en aquellos ojos heterocromaticos de los cuales cayó enamorado al primer instante sin realmente saberlo y los problemas que le traería aquello.
Al principio todo era un amor dulce e inocente, típico de un niño y luego, tal vez de un adolescente. Ver como el bicolor crecía alegraba tanto su corazón, cada vez que lo tomaba de la mano no quería soltarlo porque pensaba que en cuanto hiciera esa acción, correría lejos de él y se rompería como si se tratara de una mariposa hecha de hielo, tan frágil haciéndole tener miedo de eso. Tenía que quedarse a su lado para protegerlo.
Sabía que algo estaba mal en el cuando el primer pensamiento que pasó por su mente fue tirar a una bañera con agua hirviendo a la señora que lanzó por accidente té sobre el ojo izquierdo del pequeño Omega en una fiesta en la casa de los Todoroki a los diez años, dándole miedo su propio pensamiento al empezar a reír cuando imagino sus gritos de dolor parecidos a los que salieron de la boca de Shoto, pero ella se merecía ese dolor, no su pequeño.
El menor se volvió más inseguro después de eso preocupando a todos, casi dejando de comer y gritandose frente al espejo que era horrible sin abandonar su habitación. Su pequeño lobo se deprimió por eso, bajando las orejas y dejando fluir su aroma a café amargo por toda la casa como acto involuntario, sorprendiendo a todos que gracias a eso el chico bicolor saliera de su cuarto preguntando por el y jalandolo a su habitación para abrazarlo, según sus palabras su olor lo calmaba haciendo que su lobo volviera a tener las orejas en alto con la cola moviéndose a un lado a otro, convirtiéndose en un pilar emocional para el menor, tomando esto a favor para ayudarlo con sus inseguridades, siguiendo con un amor inocente pensando que aquel pensamiento de aquella vez no se repetiría.
—Midoriya, este es mi novio, Iida Tenya.
Los sentimientos de odio y pensamientos extraños que experimentó por primera vez a los diez años volvieron con mucha más fuerza a sus diecisiete, desaprobado por completo aquella primera relación de Shoto a sus doce años, probablemente como un juego, nada serio, pero llegando a tomárselo como algo personal. El tenía que ser la primera vez de su Omega en todo, desde su primera pareja, su primer beso hasta su primera experiencia sexual, pero al parecer alguien le había ganado en algo y le desagradaba por completo.
ESTÁS LEYENDO
❁ཻུ۪۪ 𝘁𝗼 𝗱𝗶𝗲┋ izusho.
Fanfiction❁ཻུ۪۪ 𝘁𝗼 𝗱𝗶𝗲┋ Si todos tenían que morir para que el tuviera a su Omega en brazos para siempre, tendrían que hacerlo. Shoto era solo suyo, y mataría a quien se atreviera a quitárselo.