Capítulo 2: No lo veas.

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Narrador omnisciente

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—¡Oigan ustedes los del barco!— se escucho una voz.

El pecoso al escuchar eso se puso alerta y comenzó a remar más rápido.

—¡No tengas miedo! Quítate la venda...— sigue hablando esa voz.

—Es uno de ellos, niños abajo— ordenó y los niños hicieron caso y los tapó con una sábana.

Después saca un arma que tenía guardada en unos de los compartimentos de la lancha y la recarga.

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En el anterior capítulo

—¡HITOSHI NO!—  da un grito fuerte pero eso no hace reaccionar al pelimorado.

Actualmente

El pecoso trato de tomar el volante, cosa que logró y esquivo la casa; pero el pelimorado le hizo a un lado con el codo, y siguo de frente chocando con un auto y esto hizo es que su auto diera un giro encima de el otro auto y caiga de cabeza.

El primero en lograr salir del auto es el pelimorado, mientras que el pecoso se arrastraba para poder salir. Cuanto esté salió pudo ver cómo su hermano avanzaba hacía la pista y un camión pasa a gran velocidad, matándolo.

El pecoso no tuvo ninguna reacciona solo se levantó y empezó a caminar ligero como pudo, le iban a atropellar pero una mujer la sostiene detrás y lo empuja así salvando su vida ybla de su bebé, no logro ver su rostro. El siguió caminando pero en una calle alguien lo empujó haciendo que ese caiga.

Y escucha.

—¡Tenemos que ayudarlo!— escucho la voz de un hombre.

—¡Debes entrar adentro si no quieres morir Hizashi!— escucho a alguien enojado.

El sintió que alguien lo ayudo a levantarse, un rubio de cabello largo con dos mechones que hacen su bigote.

—Vamos para adentro queri- — no termino ya que un joven pasa corriendo haciendo que se tropiece.

El rubio se levanta primero y ve hacia el frente y susurra.

—Papá...— dice mientras entraba a un auto que estaba en llamas, segundo después explota.

Justo en ese momento pasa corriendo por ahí un joven bicolor que lo ayuda a levantarse.

—¡Hermano entra ya!— el pecoso alzó la mirada mientras era mirado por un albino.

Al entrar, el albino cierra la puerta y abraza al bicolor.

—Natsuo..., que bien, que estés a salvo— dice algo feliz.

—Mi esposo te salvo— dice encarando al pecoso.

—Y-yo, lo siento...G-gracias— dice apenado, el azabache solo suspira estresado y se va a la cocina

—¿Y mamá, el viejo y Fuyumi...?— pregunta algo nervioso por la respuesta de su hermano mayor, al no ver a su familia en casa.

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⏰ Última actualización: Feb 14, 2022 ⏰

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