CAPITULO 3: Paquete

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El Omega mayor suspiro cuando llegó a su cuarto y decidió organizar algunas cosas mientras esperaba a su cachorro sabía que este podía ponerse caprichoso, pero apenas tenia cuatro años y aprendía de sus pequeños errores

—Será complicado si me llevo a mi cachorro... ¿Cómo trabajaré?

Suspiro y le llegó una llamada de uno de sus colegas, el cual es dueño de una de las empresas que tenía tratos con la de Jimin

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Minutos después el pequeño se puso de pie y caminó lentamente al cuarto del mayor... la puerta estaba cerrada...

—No puedo abrir... -se dijo así mismo y trato de ponerse de puntitas para alcanzar la perilla de la puerta pero no podía hacerlo- ¡yo quiero estar con papi!

Se sentía mal por haberlo hecho enojar y no poder entrar a la habitación, así que solo se sentó en el piso a llorar... El Omega terminó de hablar por teléfono y suspiró, escuchaba un pequeño sollozo detrás de la puerta así que decidió abrirla pues le preocupaba que su cachorro siguiera igual

—Mi amor qué haces ahí? -lo tomó en sus bracitos y beso su cabecita entrando al cuarto, a Jimin le dolió ver a su cachorro así, tal vez fue un poco duro con él?- Ya mi amor no llores más por favor...

—Es que papi se enojo... -Limpio sus lágrimas un poco- Pensé que papi ya no me quería..

El corazón del Omega se arrugó un poco cuando escuchó aquellas palabras

—Mi amor no pienses nunca más que no te quiero, porque yo te amo mucho, pero debes aprender a que organizar tu cuarto es muy importante...

Acaricio su cabecita y beso su frentecita, el cachorro lo escuchó atento, desde ahora se aseguraría de tener su cuarto muy limpiecito para que su papi este feliz

—¿Entonces papi si me quiere?

Pregunto un poco más tranquilo mirándolo con curiosidad y cariño

—Por supuesto que te quiero mucho mi bebé más de lo que crees... -sonríe- ¿Bebé quiere aún jugar con papi?

Sonríe cuando lo escucho y abrazó a su papi por última vez antes de que lo dejara en la cama

—¡Sipi! quiero jugar mucho con papi -aplaudió varias veces y se bajó con cuidado de su cama, ya que estaba algo alta antes de comenzar a correr fingiendo que Jimin era un monstruo

—¿Entonces papi si me quiere?

Pregunto un poco más tranquilo mirándolo con curiosidad y cariño

—Por supuesto que te quiero mucho mi bebé más de lo que crees... -sonríe- ¿Bebé quiere aún jugar con papi?

Mi papi y yo 🍪🍼🧸🍭 [Editada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora