Día 13: "Drugs"

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Steve estaba harto de su trabajo como guardaespaldas, siempre era lo mismo con su jefe. Maldijo en voz baja mientras caminaba con dificultad en dirección a la Torre de su, aún jefe, puesto que el idiota se había metido con gente que no debía y ahora él tenía que llevarlo en su espalda hasta su hogar.


———¿Por qué no me amas?——— preguntó su jefe con algo de tristeza en su voz, Steve suspiró con pesadez.

———Por que eres un idiota drogadicto——— respondió con frialdad.

———Sabes que muchos hombres se mueren por tenerme en su cama——— confesó a lo que Steve sólo giró sus ojos ———Y tú me tienes a tus pies y no me haces caso——— se quejó.


El trayecto fue largo, ya que su jefe no paraba de quejarse del porque no le hacía caso y la mayor parte del camino se la paso manoseando su pectorales, en un inició le había molestado el accionar de su jefe, pero con el tiempo se resigno y lo dejo hacerlo, puesto que de toques no pasaría a más. Al llegar a la Torre Steve se dispuso a llevar a su jefe hasta su habitación y prepararle la tina para que esté se bañara y recuperara un poco su cordura.


———Iré por algo de café——— informó mientras observaba cómo su jefe le sonreía de una forma burlona ———La tina está lista, puede tomar un baño, señor Stark———

———Ya te dije que no me llames así, dime Tony——— se quejó ———Así será más fácil decirlo cuando jadees mi nombre——— declaró con una voz ronca y coqueta, Steve solo alzó una ceja.

———Le recuerdo señor Stark, que yo he sido contratado para ser su guardaespaldas y por petición de la señorita Potts, también su niñera——— informó el rubio, Tony frunció el ceño.

———Bien, tú te lo pierdes——— dijo con resignación mientras se desvestía enfrente del rubio y este no se inmutó al momento de ver la desnudez del castaño.

———Si ya terminó de hacer su show, me marcharé para hacerle su café——— dijo mientras se marchaba sin mostrar alguna señal de deseo hacía el castaño.


Tony se metió a la tina trato de relajarse un poco, pero la droga en su sistema aún se lo impedía, de alguna forma está le hacía una clase rara de efecto secundario ya que se sentía caliente y con el deseo de ser urgentemente atendido, la imagen de su guardaespaldas arremetiendo con su entrada se hizo tan presente en su cabeza que un jadeo salió de sus labios y sin pensarlo abrió sus piernas con total descaro, imaginando que tenía enfrente al rubio, llevo una de sus manos hasta su entrada metiendo un dedo fingiendo embestidas, con ayuda del agua la intromisión fue sencilla, estuvo haci un rato hasta que metió un segundo dedos, un jadeo se escapó de sus labios, las embestidas se hicieron más erráticas y fuertes hasta que metió un tercer dedo. Llevaba varios minutos así y no lograba correrse, con mucha resignación salió de la tina en dirección de su habitación donde busco en un cajón los juguetes que necesitaría para calmar su deseo.

Tomó un dildo grande junto a un bote de lubricante, vertió una buena cantidad sobre el dildo, lo pego al suelo y de apoco lo fue introduciendo en su interior, varios jadeos de placer salieron de sus labios, Tony se sentía en la gloria, la droga lo hacía sentir así. Una vez tuvo todo el dildo en su interior toco su vientre justo donde el dildo sobresalía de este, se alzó un poco para después dejarse caer, un grito de placer se dejó escuchar por toda la habitación, Tony comenzó a subir y bajar, disfrutando del grosor y largo de aquel pene de plástico que era lo único que lo calmaría.

Mientras Stark disfrutaba de auto penetrarse no se había percató que su guardaespaldas se encontraba en la entrada de la habitación, esté lo miraba con mucho deseo y hambre, sabía que Stark era hermoso, el mismísimo pecado de la lujuria andante, pero desde que Virginia lo contrario para cuidarlo no se permitió caer ante sus encantos, pero ahora, ahora lo tenía enfrente ante una escena tan erótica que su miembro se alzó con solo ver cómo su culo se tragaba aquel dildo, que no se comparaba con su tamaño. Steve se relamió los labios no podía soportarlo más debía poseer al castaño aunque mañana se arrepentiría. Entró a la habitación interrumpiendo al castaño.

Tony se paralizo al ver al rubio enfrente de él con una expresión fría, empezó a tartamudear intentando explicar, pero las palabras no salían hasta que el rubio sacó su miembro enfrente de él, Tony abrió sus ojos de para en par por la sorpresa, mientras que Steve comenzaba a masajear su miembro. El genio trago grueso, más aún cuando Steve colocó su miembro en sus labios, primero los delineó con la punta para después intentar meterlo a su boca, Tony se tardó un tiempo en reaccionar, abrió su boca dándole acceso al rubio.

Steve tomó los cabellos castaños del genio y comenzó a empujar su cabeza de adelante hacia atrás, llevando un ritmo lento, los jadeos de Tony eran ahogados, ya que el miembro del rubio llevaba más profundo de su garganta, era mucho más larga de lo había imaginado, por inercia movió sus caderas recordar recordando al instante que el dildo aún estaba en su interior, los jadeos de Stark se hacían cada vez más fuertes. Steve sonrió complacido al ver como el genio disfrutaba de su miembro en su boca mientras que se auto penetraba con el dildo.


———Eres toda una puta Stark——— dijo el rubio con la voz ronca por la excitación.


Aquello había sido algo para el genio puesto que tomó control de los movimientos de su boca y los aceleró y profundizó más. Steve jadeo gustoso sabía que el castaño era un dios en el sexo, pero jamás se imagino que fuera tan bueno, agradeció en su mente a las drogas que había consumido.

Un par de minutos pasaron cuando Steve notó que los movimientos del genio se volvían cada vez más desesperados así que se separó de él y antes de que pusiera quejarse lo tomo entre brazos para lanzarlo a la cama, se acomodo entre sus piernas e introdujo su miembro de una sola estocada.


———Oh mierda!——— se quejó mientras se retorcía por el dolor y el placer que sentía ———Es... tan gran... mierda...——— Steve sonrió ampliamente para después comenzar a dar profundas y lentas embestidas ———Mierda...! Si...! Rogers... más...———


Aquellas palabras fueron más que suficientes para que Steve pudiera moverse con mayor libertad y agresividad, Stark jadeaba ante cada embestida salvaje que recibía por parte de Steve. Ambos estaban disfrutando del cuerpo del otro, Steve se encargó de besar, lamer y mordisquear el torso del genio en especial sus pezones, mientras que Tony arañaba la espalda y brazos del rubio cada vez que este lo embestía con fiereza. Un par de embestidas más bastaron para que ambos hombres se corrieran al mismo tiempo, a pesar de que se sentían cansados eso no les impedido seguir con otra ronda de sexo salvaje. Definitivamente esa sería una noche larga para ambos...

Angstruary - StonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora