Sere tu otra opción.

I

-Me gustas- Digo nerviosa, el rubio me mira apenado y nervioso.

-Lo siento mucho, ahora mismo me gusta alguien- Dice inmediatamente.

Aquello me dejó muda, pero de la mala forma, aún así me obligo a sonreír.

-Oh...bueno- Digo, entonces llega su pajarito y el se va.

-Hay un demonio por Takisaru- grita mi cuervo y lo sigo desanimada.

Toda aquella aventura me ayudó a distraerme un poco, pero no me ánimo, el dolor haber sido rechazada seguía allí. Y al momento de regresar me cruzo con un pilar.

-¿Ya te hiciste cargo de Yazuri?- Pregunta el, Tomioka.

-No, vengo de Takisaru- Respondo, el se queda en silencio unos segundos.

-Sigueme- Ordena, al ser un pilar yo obedezco.

Uniendome a otro viaje. A lo que vi en un libro, aquel lugar quedaba muy lejos. Tardaríamos días en llegar, además es muy callado, así que me sentía un poco intranquila.

Seguimos caminando todo lo que pudimos, hasta que oscureció, nos detuvimos en una posada, la cual entramos.

-Buenas noches- saluda una señora agradable, sonrio a modo de saludo.

-2 habitaciones- Pide Tomioka, iba sacando mi dinero, cuando el termina pagando todo, me entrega una llave y se va.

Yo camino a mi habitación que era la continua del lado izquierdo, me adentro al cuarto, arregló todo para dormir, hacia rato que tomaba un descanso. Al ser mitad demonio, no necesitaba dormir tan necesariamente, pero luego de 3 días sin descanso, mi cuerpo se sentía cansado.

Ya lista, me recuesto en el futon, apago luces y me acuesto, como había dicho andaba cansada, pero el recuerdo de mi rechazo me mantuvo despierta, ahora que no estaba haciendo nada aquel momento me martirizada nuevamente, mis lágrimas finalmente brotaron, pero me obligue a quedar dormida sollozando.

Al día siguiente, me arreglé, acomode mi capa, cubriendome bien y ya lista salí, Tomioka igual salía.

-Buenos días- Salude.

-Buenos días- Responde y se marcha caminando, yo le sigo, va al comedor ordena algo y luego me observa indicando que haga lo mismo, eso hago.

Nos sentamos en una mesa mientras esperamos nuestra comida, el uno mirando al otro.

-¿Te duele la luz del sol?- Pregunta.

-Si...duele mucho, pero no me desintegró- respondo.

El sigue observando, estaba acostumbrada, al principio Zenitsu, Tanjiro e Inosuke lo hacían, Aoi intentaba no hacerlo tan amenudo.

Llego nuestra comida, al acabarla, Tomioka nuevamente pago y continuamos el camino, comenzaba acostumbrarme a su silencio. Aunque es un pilar no veo signos de desprecio, algunos aún tienes sus dudas sobre mi, aunque ya lleve tiempo con ellos.

Incluso tuve que aprender a crear mis propias espadas, ya que la Aldea del Herrero, nadie quiso hacer mi Nichirin. Aunque es de cierta forma distinta a los demás, es práctica y me sirve muy bien, lo cual me alegra, sino no sabría que hacer.

Y así duro, el viaje el resto de los días, con un tranquilidad y silencio que luego se convirtió en algo agradable hasta que llegamos al lugar. El pueblo en la noche parecía como si fuera siempre festival, muchas luces, todo colorido, animado y hermoso, perfecto para un demonio.

Ambos anduvimos caminando, podía sentir como el estaba ya un poco más alerta, merodeando por el lugar, en un cruce sentí aquellas presencias similar a la mía correr, no me dio chance avisar y yo corro tras el demonio, persiguiendo aquella sensación, no me doy cuenta que en realidad Tomioka salió corriendo hacia otro lado.