Miedo, mucho miedo, y dolor. Pero no dolor del físico, el dolor del vacío, de la soledad, de falta de cariño y compañía.
Estoy sentado en mi sitio de clase.
Tristeza, dolor... me tiemblan las piernas.
¿Porque hablan entre ellos pero no conmigo? Yo no he hecho nada malo, no hay razones.
Culpabilidad de algo que no es tu culpa.
Estoy solo, siempre solo. No tengo amigos, ni siquiera compañeros en mi propia clase.
Ganas de llorar, de ir corriendo al baño y llorar y llorar, y que cuando vuelva, haya sido todo una pesadilla. Una pesadilla horrible, de esas en las que te levantas temblando y llorando en medio de la noche.
Soy invisible. No quiero sentirme más así. Quiero dejar de ser invisible.
Un monstruo me mira, pasa de mi.
A lo mejor no se dan cuenta de como me hacen sentir.
No quiero admitirlo, ¿porque no me hablan?, ¿porque cuando me hablan solo me hablan mal?
¿Porque me ridículizan y me congelo? ¿Porque no reacciono? Miedo.
Llorar, quiero llorar, pero no puedo porque se reirian de mi.
No, no tengo miedo, siento terror.
-Ivan es un egocéntrico- me dice otro chico delante de todos.
'Tu no me conoces' quiero decir. No puedo, las palabras se atragantan en mi garganta.
Miedo, tristeza, cobardía y ansiedad que intento guardar en lo más profundo de mi ser, pero no lo consigo. Odio, rabia, eso sí, eso que quiero sacar es lo que mi mente guarda.
Soy invisible, pero no porque yo quiera.
Ellos me hacen invisible
Lágrimas brotan de mis ojos.
No, no, no puedo llorar. Se reirian de mi más, no puedo. Quiero irme, no puedo.
-Sheeee, sheeee-
No respondo, respiro.
-Eh tu, ¿me dejas el tipex?- voy a decirle que no por como me ha tratado. Mil de recuerdos vienen a mi cabeza y me bloqueo.
-No tengo- mentira.
Sono el timbre dando por comenzado el recreo. Meto mis libros rápidamente en la mochila, y salgo. Espero a mis amigas.
Cuando estamos todas juntas hablamos, al fin un poco de tranquilidad, conversación...
Al bajar al recreo me quedo con Sonia y María.
-¿Vamos?- me refiero a nuestro grupo de amigos. Ellas lo saben.
-Como siempre- dice, y se ríe.
Vamos y nos metemos en la conversación. Cuando estoy con ellos vuelvo a ser yo. Y me río un montón.
-¿Eh, bro, alguna novedad?- ellos no saben lo de mi clase. Solo lo saben las personas más cercanas y con más confianza tengo.
-No, ¿y tu?, ¿que tal vas?-
-Bien-
Y así pasamos 30 minutos hasta que suena la campana.
El miedo vuelve a mi, dandome escalofríos. Pero intento ocultarlo ante ellos. Sonia que si lo sabe me mira con preocupación. Le hago un gesto indicándole que va todo bien, aunque es mentira.
Voy al baño antes de entrar a clase. Entró a las 12.03 .
Todos me miran mal al entrar, como siempre.
Respiro y me voy a mi sitio rápidamente. Cojo el libro que he llevado y me pongo a leer.
Intento calmar todas mis emociones hasta que lo consigo.
Leer es una afición mia, me hace feliz. Se ríen de mi por ello pero me da igual ya que se rien por todo, al fin y al cabo.
Conseguí admitir que leía hace un mes, antes me podía la vergüenza.
Aunque al menos es mejor leer.
Las guardias son horribles, todos hablan entre ellos como si yo no exisitiera, hablan riéndose de mi.
Al menos ahora me resguardo en mis libros sin vergüenza. Y se me pasa el tiempo más rápido en las guardias.
Entra el profesor por la puerta pero eso no me transmite seguridad. Me centro en la clase, olvidando las burlas , risas y menciones de mis compañeros. Deseo que se acabe ya la clase.
Al fin nos vamos. Espero a que salgan todos para salir y encontrarme con Sonia. Salimos hablando y poco a poco va disminuyendo mi ansiedad.
Estamos un rato con sonia y Raquel, me lo paso tan bien, tan yo. Un rato de una larga mañana. No me compensa, pero prefiero eso a nada.
Vuelvo a mi casa y cuento todo a mis padres y mi hermana pequeña, Luna.
Le cuento cuando me miraron mal, me dijeron que daba vergüenza, me tiraron dos bolas de papel aluminio, que estuve todo es día sola. Todo.
Me derrumbo, veo sus expresiones dolidas al verme así de mal. Mi hermana llora.La impotencia en sus rostros es clara, y eso me duele más. Porque me hace sentirme culpable, cobarde, inutil.
Y duele, me pasó toda la noche llorando y tengo pesadillas. Los potragonistas son ellos. Como siempre. Ya me he acostumbrado, y eso duele aún más.
Nadie debería pasar por eso
Nota de la autora: hola a todos, gracias por empezar a leer este libro. Quería concienciar a la gente a partir de este libro. Quería transmitir que eso pasa , y se pasa muy mal. La única manera de solucionarlo es que te ayuden, den la cara por ti. Para que esa tortura sea un poco mejor o se acabe. Que todos los que leáis esto ayuden, ¿si no que es de la humanidad? vosotros elegis si sois los monstruos o la familia.
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Sin ti
Romance"La vida de los adolescentes no es dura para nada" odio esa frase. Porque en el fondo los problemas que tenemos que superar son duros, muy duros.