ÚNICO

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Digamos un hecho: Shim Jaeyoon había caído enamorado de Nishimura Riki hace ya casi cuatro años. En el chico más alto del grupo encontró un soporte que nadie le había entregado en su vida, y fue extraño, sí. Tan extraño el darse cuenta de que la persona que más amaría en su vida no era una mujer, y lo fue mucho más saber que de todas las personas, era él; pero aun así no lo cambiaría por nada.

Pero... ahora digamos un problema.

Si, Riki podía ser su perfecto soporte, el único chico que le volvía loco desde niveles mentales a sexuales, que con besitos le calmaba, que... joder, le había convencido de ser el pasivo en la cama, ¡cosa que jamás creyó hacer! (y, para mentes escépticas, Nishimura era demasiado sexual, y si por sus facciones alguien le quiere tachar de pasivo, muy mal, porque, a fin de cuentas, es un chico. Le gusta que lo cojan, pero ese palote que tenía entre las piernas también disfrutaba de entrar a lugares, por lo que llegaron a acuerdos de versatilidad y mamadas por el bien de su relación).

Entonces todo bien con él... pero había un problema con su novio, y uno que hace tiempo venia trayendo a Jake algo irritado.

Las bromas.

Era... ¡desesperante! Demasiado lo mucho que le gustaba a Riki hacer bromas, usar sarcasmo, jugar solo para irritar a la gente, ¡y lo peor! El chico no era tonto, sus víctimas siempre eran Jake, Heeseung y Sunoo. Jake por ser su novio, Heeseung porque era demasiado suave a veces, Sunoo porque simplemente tenían un acuerdo de fastidiarse entre ambos como si fuesen niños (desde la perspectiva de los mayores: lo son).

Todo con Riki era una broma, el desayuno, ir al baño, una enfermedad. ¡Incluso el comienzo de su relación lo fue!

—Kinnie, yo... —Jake tenía hasta las orejas coloradas ese día, hace años que no se declaraba a alguien, y si bien ellos para ese punto ya habían tenido encuentros en su estudio donde se agarraban a besos, jamás especificaron sentimientos—. Ósea, no yo... o si... ¡ah! A mi... me gustaría que tuviéramos algo más que... solo encuentros. Que fuéramos... no solo amigos.

—¿Quieres que seamos mejores amigos? —preguntó con una sonrisa el menor, casi burlándose. Jake estaba tan nervioso que ni lo notó.

—No, no... más que eso.

—¡Super mejores amigos!

—¡No, Kinnie! —alegó, ya comenzando a notar un poquito.

—¡Ah, ya se! —Riki sonrió con todos sus dientes—, quieres que seamos... ¡Los mejores super amigos evolucionados a nivel Saiyajin legendarios, los amos de la amistad!

Shim cansado y rojito como cual tomate tomó sus cosas y se decidió a salir de ahí. Riki se carcajeó y antes de que Jake saliera fue a él, le atrapó y junto sus labios en un delicioso beso.

Al separarse miró a su sonrojado chico que tenía frente a él.

—Si quiero ser tu novio.

Lo peor era que Riki no entendía cuando Jake le decía que ya no quería bromas, solo se reía. Últimamente ya le estaba hartando, sobre todo porque gracias a él las fans le estaban fastidiando mucho a él y Heeseung con el "Heejake". El bobo de Nishimura sabía que ellos se ponían incómodos, pero seguía y seguía.

Un día, Jake llegó a su límite y le encaró.

—Mira pequeño tigrito —le entre cerró los ojos acercándose—, vuelve a hacer una broma sexual, vergonzosa, o una simple pendejada cuando un familiar mío, ¡o cualquier persona! esté cerca, y juro que voy a terminar contigo —sí, estaba tan enojado, ¡¿Quién diablos le decía a la hermana de tu novio que este gemía bien agudo cuando tenía algo en el culo?! —, y no solo eso, ojalá que tu hermano sea fértil, porque tu procedencia no va a seguir, Nishimura.

Y Riki tragó duro, por primera vez asustado. Incluso los demás chicos del grupo estaban presentes y quedaron sorprendidos por esa faceta del australiano nunca vista antes.

Desde eso se vinieron tiempos de calma, Shim pudo disfrutar unas semanas de su novio a gusto, sin estúpidas frases de por medio o vergüenzas que le hiciera pasar. Hasta... bueno, que llegaron a Estados Unidos. Las entrevistas comenzaron, los juegos en estas, y...

Las preguntas, las malditas preguntas.

No supo cómo, pero en una de las tantas le tocó decir que le gustaba más de Riki, esto le puso algo nervioso y se lo meditó mucho, balbuceando un poquito.

—Amo tu... uhm... amo tu sonrisa.

Finalmente logró responder y miró a Kinnie feliz.

—Finish —y esa fue la respuesta del puto.

Y obvio, con su raro inglés, que sonó más como un "Feinich".

Jake lo miró unos segundos, venga, lo intentaría nuevamente. Volvió a soltar balbuceos.

—Amo tu... ah... mmh —incluso se le escaparon risas y golpeó el muslo de Riki que le observaba expectante—. Amo tu cara cuando bailas —terminó por responder.

—¿Finish?

Jake abrió sus ojitos, en estos un claro: pu-to.

Pero sonrió, los chicos rieron.

—Si... terminó —y se puso serio—...esta relación.

Y Riki quedó serio, mirándole con los ojitos bien abiertos. Él y todos preguntándose si Jaeyoon en serio estaba cumpliendo su promesa. Por la mente de Nishimura pasaba una y otra vez aquella amenaza de terminar con él y nunca le había llegado tan de golpe el miedo en la pancita.

Rogó que aquella entrevista terminara pronto para poder charlar con su novio, ¡no su exnovio, por un demonio!

Llegó el momento y estaban en el hotel.

—Jake... —llamó, uno que otro chico del grupo se puso incomodo y se alejó o dio unos pasos más lento para observar el chisme desde la distancia.

—¿Si, Kinnie? —preguntó Jake girándose y mirándole curioso. No se veía enojado y eso relajó al menor.

—Nada... ósea, creía que estabas enojado —entraron al departamento y feliz se acercó a tomar su mano. Estaba a un centímetro cuando Jake corre su mano y se aleja, acercándose a otro cuerpo... ¿Heeseung?

Los ojitos de Riki se abrieron como cual ardilla loca.

—¿Qué...?

—Creí que fui claro, Kinnie, no quiero más bromas, y obvio tú no puedes parar... Así que me quedare con Heeseung —pasó un brazo por los hombros de su hyung—, el sí sabe cómo comportarse con gente.

Y si, todo había sido un plan pendejo. Desde el día de la amenaza Jake y Heeseung acordaron hacer aquello para que Riki aprendiera la lección, pero...

Bueno, no esperaban que Riki se pusiera a llorar yéndose corriendo de ahí.

El australiano del grupo se sorprendió y asustado salió corriendo tras Riki que chillaba.

—¡Infiel, infiel, infiel!

—¡No amorcito, no!

Y desde ese día en Enhypen están prohibidas las bromas, tanto por juego, como por venganza.

(Al menos, entre Nishimura Riki y Shim Jaeyoon).


𝙁𝙄𝙉

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