i. capítulo uno

2.4K 254 40
                                    

01 | NO DEBEMOS SENTIRNOS MAL POR SER COMO SOMOS

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

01 | NO DEBEMOS SENTIRNOS MAL POR SER COMO SOMOS

Un pequeño niño lloraba desconsolado, escondido en un rincón del patio, esperando no ser encontrado por el malvado grupo de bribones que siempre lo molestaban por su físico

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Un pequeño niño lloraba desconsolado, escondido en un rincón del patio, esperando no ser encontrado por el malvado grupo de bribones que siempre lo molestaban por su físico.

— No ha sido difícil encontrarte. Ballena.— Se burló el cabecilla del grupo provocando las risas de sus secuaces.

— Déjenme en paz...— El pequeño sorbió sus fosas nasales.

La boca del mayor se abrió para hablar pero no llegó a pronunciar palabra alguna, ya que un puño se hundió en su costado quitándole todo el aire haciendo que se tambaleara agarrando el lado dañado.

— ¡Debería daros vergüenza!— Exclamó una joven de cabellos negros con una expresión de enfado.

La mirada de Dae Su se iluminó cuando aquella chica hizo su estelar aparición. Nunca nadie había tratado de defenderlo, ningún niño de aquella escuela de había encarado al grupo de matones.

— ¿Y se supone que sois los mayores? ¿Los que deben dar ejemplo?— La pequeña rio con sarcasmo llevándose una mirada de furia por parte del chico que hace segundos había aporreado como piñata.

— Serás...— Aquella palabra iba cargada de odio, pero antes de que pudiera ponerla una mano encima a la menor, esta habló.

— Ni se te ocurra ponerme una mano encima.— Advirtió.— Si lo haces, gritaré. Y, además, me chivaré a la profesora sobre vuestras "travesuras".

Aunque no le hicieran nada, iría de todas formas a informar a la tutora de su clase sobre el mal comportamiento de esos chicos, no podía dejar pasar por alto aquellas faltas de respeto como hacían otras personas. Mientras, el niño seguía asombrado con ella. ¿Cómo alguien el doble de pequeña que él, podía hacerle cara a esos matones?

Una vez la pandilla se marchó murmurando maldiciones, la peli negra se giró con una sonrisa para ver como se encontraba el chico que anteriormente lloraba.

— ¿Estás bien?— La pequeña se agachó hasta quedar a su altura.— Por cierto, soy Myeong

— Dae Su.— Pronunció el niño tímidamente.— Pero no tenías por qué defenderme, creo que en cierto modo lo merezco.

𝗕𝗟𝗢𝗢𝗗 𝗧𝗥𝗔𝗜𝗟 || lee cheong-sanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora