Embriaguez (Supercorp)

La botella faltante

—Buen trabajo, Supergirl —dijo Winn con una sonrisa, mientras Kara aterrizaba en el balcón del D.E.O, y andaba con paso firme.

Kara le sonrió y chocaron las manos con gran suavidad.

—Estoy agotada —dijo con una sonrisa cansada. —¿Hay agua por aquí? Pelear con ese mastodonte me ha dado muchísima sed.

—Sí —dijo Winn mientras miraba la pantalla y señalaba sin mirar hacia una mesa llena de botellas. —Ahí la tienes.

—Oh, gracias —agarró una botella y de un solo trago se bebió todo el contenido. —¡Agh! estaba horrible —dijo mientras hacía una mueca de asco y sacaba la lengua, se alejó del lugar.

Winn estaba tan concentrado que no escucho a Kara, en eso llegó Alex.

—¿Por qué falta una botella? —preguntó con ligero tono de alarma.

—Supergirl se ha bebido una —respondió con tranquilidad sin mirar a Álex.

—¡¿QUÉ?! —exclamó mientras sus ojos se abrían.

—Sí, ¿qué pasa? —se giró hacia Alex un poco desconcertado por la reacción de la castaña.

—Winn, eso era ¡ALCOHOL DE ALIENÍGENAS! —espetó mientras le agarraba del cuello de la camiseta.

Winn se llevó las manos a la cabeza, mientras abría su boca intentando articular alguna palabra, mientras Alex seguía manteniendo el agarre esperando a que procesara lo que le acababa de decir.

—No...

—Sí.

—No —se rió de forma nerviosa. —No puede ser —dijo sonriendo con un atisbo de pánico.

—¡SÍ! —respondió exasperada mientras soltaba bruscamente a Winn.

—¡¿POR QUÉ DEMONIOS HAY ALCOHOL EN EL DEO?! —dijo totalmente alterado.

—¡FUE CONFISCADO EN LA ÚLTIMA REYERTA QUE HUBO, ERA PARTE DE LAS PRUEBAS! —respondió alterada también.

—Bueeeno, calmémonos, no pasa nada, solo tenemos que cuidarla hasta que se le pase, cómo la otra vez —sonrió recordando como la superheroína se había comportado como un cachorro de Golden Retriver.

—Tienes razón, tienes razón —asintió mientras intentaba tranquilizarse. —Todo estará bien mientras tenga nuestra supervisión.

Se giró mientras la buscaba con la mirada.

—Winn —dijo preocupada. —¿Dónde está Kara? —intentó sonar lo más tranquila posible.

—Debería, debería estar cerca, no te alteres, seguro que no ha salido del DEO, alguien se hubiera dado cuenta —dijo intentando contener el nerviosismo de todo su cuerpo.

—Vale, bien —asintió nerviosamente. —Sólo debemos preguntar.

Se dirigió hacia un agente y le paró en seco con demasiada fuerza.

—¿Has visto a Supergirl? —preguntó con un tono que sonaba amenazador, aunque esa no era su intención.

El agente sólo acertó a negar con la cabeza, fue preguntando a cada agente que se le cruzaba mientras se iba moviendo por el DEO, Winn mientras se dedicaba a buscarla por las instalaciones. Pasaron unos 20 minutos.

—¿Algo? —preguntó el chico.

—Nada —suspiró con frustración. —Es cómo si se la hubiera tragado la tierra —resopló molesta.

—¿Agente Danvers está buscando a Supergirl? —preguntó una agente.

—Sí —dijo esperanzada.

—Se fue hace unos 20 minutos —respondió.

—¡¿QUÉ?! —se tocó el pecho como sí le estuviera dando un infarto. —¡¿Por qué dejaste que se fuera?! —dijo intentando no alzar la voz.

—No sabía que debía detenerla —respondió sin entender la reacción de su superior.

—¡Oh Dios! —se llevó las manos a la cabeza. —Oh Dios, oh Dios —repetía una y otra vez como si fuera la única frase que quedaba en su vocabulario.

—Alex, tranquilízate. —Winn tocó sus hombros, mientras se ponía enfrente de ella.

—¡¿CÓMO?! —exclamó con sus ojos bien abiertos. —¿Cómo quieres que me tranquilice sabiendo que una Supergirl borracha anda sola por la ciudad?

—Si te ayuda, seguramente esté volando por la ciudad y no andando.

—No me ayuda —dijo cabreada.

—¿Qué es lo peor que puede pasar?

—Dios mío... va a llenar su casa de perritos, y gatitos, y...

—Eso no suena tan mal —le interrumpió.

—y dragones.

—Vale, eso sí sería un problema.

—Va a jugar con los niños que se encuentre, y cuando le ofrezcan de su helado se lo comerá entero en lugar de sólo dar una probada y hará que lloren —se detuvo para tomar aire. —Y se despistara cada segundo mirando cada cosa, provocando accidentes —le entro el pánico.

—Alex, de verdad que si ese es el mayor problema que puede causar Supergirl debemos estar tranquilos —dijo sin poder evitar soltar una risita.

—De que te ríes —dijo cabreada.

—No pasa nada, mira —se sentó en su silla, y se giró hacia el monitor del ordenador. —Sólo tenemos que rastrear su comunicador y listo —apretó una tecla con fuerza.

—Eres un genio, Winn —dijo Alex acercándose a mirar la pantalla.

—Hmm que raro, según esto está encima de esa mesa —dijo girándose sobre la silla.

Al mismo tiempo Alex se acercaba a la mesa, y agarró el comunicador que usaban para contactarse con Supergirl durante las peleas.

—No me lo puedo creer —dijo atónita. —La muy ** se lo ha quitado —intentó no insultar a su querida hermana.

—Que no cunda el pánico, seguro que hay otra forma de rastrearla —dijo Winn.

—Hmm... —Alex se detuvo a pensar por un instante. —¡Su móvil! —exclamó como si se tratara de una gran revelación.

Cogió su móvil y pulso el nombre de Kara, se lo llevó rápidamente a la oreja, se empezó a escuchar una melodía conocida cerca de la mesa.

—Pero... —dijo mirando a todas partes.

Su vista localizó el móvil de Kara debajo de la mesa, donde habían encontrado el comunicador.

—Esto debe ser una puta broma —dijo mientras se agachaba a recogerlo.

En ese momento Kara había aterrizado de forma un poco torpe en el balcón de L-Corp, más concretamente en que daba al despacho de Lena Luthor, esta se encontraba concentrada en la pantalla de su ordenador y no percibió la presencia de la Super.

—Lena —dijo Supergirl mientras con un solo dedo pegaba al cristal, golpeó con un poco más de fuerza de la habitual, provocando que el cristal se sacudiera levemente. —¡Ups! —dijo mientras se llevaba la mano a la boca.

Lena se giró alarmada hacia el balcón.

—¿Supergirl? —dijo mientras se levantaba lentamente de su asiento, estaba genuinamente sorprendida.

—Hola —dijo con tono alegre, y sonrió mostrando su hermosa dentadura.