Hola mi viejo amigo
Te escribo porque de tus actos fui testigo;
Hoy vengo a abogar por el amor
Para que valores ese sentimiento interior.
A esa que cada día ves a tu lado
Que entre ropa sucia y cocina le ves el pelo desaliñado,
Con la que despiertas mas no la quieres ver
Pues ella es la más bella mujer.
Quizás no la veas igual de atractiva
Pero te pido un poco de retrospectiva,
Ella estuvo en tus fracasos y victorias
Ayudándote a levantar y celebrando tus glorias.
Entre sus dedos fue que colócaste un anillo
Aún es ella, solo ve su brillo;
No mires con desprecio, ella es un tesoro
Cada gota de sus lágrimas para ti debe ser oro.
No la humilles, no le grites, no cometas ese error
No le levantes tu mano ni agredas su honor,
Sé paciente, sensible, leal y cariñoso
Sé un hombre de verdad y no un vil mentiroso.
Ha sido excelente madre y esposa dedicada
Busca siempre la armonía pues a su familia es consagrada;
Sé que doncellas hermosas ves siempre a tus pies
Pero no seas tan tonto de lastimarla otra vez.
Tal vez piensas que por siempre tus atrocidades va a aguantar
Yo eso también solía pensar,
Sin embargo un día me levanté y ya no estaba
Solo queda el recuerdo de cómo ella me amaba.
