The psychologist doesn't work

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—Dejé el psicólogo.

Escupió de repente en medio de la discusión, aquella disputa se había extendido a lo largo de varias horas correspondientes al día miércoles dos de febrero, los gritos llenos de furia resonaban entre las cuatro paredes y uno de esos dos chicos ya estaba cansado de absolutamente todo, por lo qué dejó al contrario hablando solo.

—Ese idiota hacía la terapia para la verdadera mierda, no sabía de que carajos estaba hablando. Me dijo que debía dejarte por qué me tendrían que internar en un psiquiátrico ¿Puedes creerlo? Yo no estoy malditamente loco, yo solo estoy enamorado, muy enamorado, de tí mi amor, solo de tí y de nadie más, eres mío, completamente mío.

Espetó un real psicópata con el tono de voz de un verdadero maníaco y tomó agresivamente por los hombros al chico más alto, su pareja estaba muerta de miedo, una vez más, demostrando sumisión ante las acciones de su prometido.
Aún así jamás terminaría su relación con el rubio, por qué lo amaba.

O eso le gustaba creer cuando las luces se apagaban y solo quedaban ellos dos en las penumbras.

—Felix, la terapia te ayuda a mejorar.

Intentó aconsejar, en medio de un tartamudeo, pero deseó no haber dicho eso cuando su cuerpo fue estampado con fuerza contra la pared, sin llegar a lastimarlo, por qué según el propio Felix, jamás le haría daño. Su mejilla fue acariciada y un escalofrío lo recorrió de pies a cabeza, la mano del rubio estaba fría, tan fría como un cubo de hielo en la nivea de la Antártida.
Los pálidos dedos de Felix exploraron el rostro de Hyunjin, haciendo temblar a su novio del miedo.
Una sonrisa apareció en la expresión del más bajo, mientras apretaba la mejilla de su amado como sí de un suave oso de peluche sé tratase.

—¿Jinnie, estoy loco? ¿Tú crees eso?

—No, claro que no, Lix, no lo estás, olvídalo.

Estaba muriendo del terror, su novio se encontraba a pocos centímetros de su rostro, y como sí hubiera cambiado de persona de un segundo a otro, las vibras del rubio comenzaron a sentirse positivas en el ambiente, ambos estaban seguros que no era un simple trastorno de personalidad lo que aquel chico tenía.
Felix dejó un beso muy sentimental en los labios de su chico, logrando tranquilizarlo.

Cómo si ese pequeño ángel rubio horas antes no hubiera intentado asesinar brutalmente al mejor amigo de su novio con una botella de vidrio rota por regalarle un paquete de almendras con chocolate al jóven de cabello azabache.

Las favoritas de Hyunjin.

٬  💌 ․⠀Perfect Valentine 's day.  ˚ . ✦ (Hyunlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora