A veces siento que las personas no le dan el suficiente valor a la música. Es decir, yo no solo oigo a una mujer cantar, los acordes de una guitarra o a una batería con sus platillos; también pasa por mi mente algún momento de mi vida. Cada canción que he escuchado tiene un recuerdo mío, y esa es mi forma de almacenarlos. Me puedo olvidar millones de cosas, como las tablas de multiplicar luego del verano pero si un chico ha roto mi corazón, lo almaceno en una canción; lo haya llorado o no.
Guardo momentos en melodías constante e inconscientemente. Cuantos mas instantes, cada vez mas canciones. Incluso cosas que creo haber olvidado regresan a mi como si estuviera viendo una foto o un video de esa ocasión.
Creo que la gente no escucha la suficiente música o no vive lo suficiente como para hacerlo. Todos están tan ocupados en cumplir con todo y todos, que poco a poco su vida se va con el viento. Porque nadie registra lo que hace, o quizá si. Y si es así el caso, necesito saber que hay alguien mas cuerdo que yo, caminando mientras almacena sus recuerdos en canciones.
-¡JULES YA HA LLEGADO CALEB!- me grito al abrir la puerta de mi dormitorio -. Siempre con los auriculares ¿No puedo haber un maldito día que no tenga que gritarte?- me reprocho para luego bajar las escaleras sin cerrar la puerta.
El solía enojarse por cualquier cosa que haga y que no haga. ¿Lave los platos? Bueno, los enjuague mal. ¿Prepare la mesa? Lamentablemente puse el cuchillo del lado equivocado. ¿No le sirvo agua porque tiene una bebida alcohólica ? Se enoja y me empieza a hablar que yo no quiero que el este hidratado. Cualquier cosa remota ocurrible, el la decía.
-¡JULES BAJA EN ESTE PUTO MOMENTO O NO TE VAS A NINGUN LADO!- me grito nuevamente pero esta vez sin aparecer por la puerta. Así que me levanto y empiezo a bajar las escaleras antes de que me vuelva a gritar y me deje encerrada en el cuarto.
Cuando iba bajando las escaleras por la ventana visivilice a mi hermana y a mi hermano, ambos peleando enfrente del auto.
Quizá este mas cuerda de lo que pensaba. O solamente estoy mas cuerda que toda mi familia.
Mis hermanos y yo no tenemos una relacion que sobresalga por la del resto. Tenemos nuestras peleas (algunas mas fuertes que otras), nuestros momentos de amor y nuestros momentos de nostalgia. Pero si la relación es sobre mis hermanos, estamos hablando de una relacion casi nula; mas allá de que se ven cada muerte de obispo, cuando lo hacen, tienden a reprocharse todo lo malo que han hecho desde, básicamente, sus nacimientos y eso que se llevan unos 4 años. Y a pesar de mi cero interés en sus discusiones, termino siendo la del medio que actúa de pared entre los dos.
-¡Caleb tanto tiempo!- lo saludo mientras me acomodo entre medio de el y Eliza. El únicamente me correspondió el saludo solo con un beso en la mejilla mientras que permanecia mirando a mi hermana-. Bueno ¿vamos subiendo las cosas?- les dije mientras les echaba una mirada a los dos. Afortunadamente mi hermana me escucho y subió a buscar las cajas de mi cuarto, sin embargo la mirada asesina e infantil de el la siguió por toda la escalera.
Las peleas que tenían ellos eran cansadoras, como si no fueran suficientes las peleas que involucraban a mi padre, ellos también creaban las suyas.
-Caleb, yo nunca pido nada y siempre estoy para los dos, así que te pido encarecidamente que por hoy pretendan que son hermanos que se quieren ¿Si? Porque tenemos un viaje de cinco horas por delante y...- pare de hablar al ver su cambio de atención por buscar en las gavetas de la cocina si había algo para comer dándome la espalada. A pesar de sus 23 años se seguía comportando como un niño de 10 años (o menos). De manera que yo lo agarre del brazo para que me mirara -. Por una puta vez en tu maravillosa vida no te comportes como un niño pequeño ¿O no te acuerdas de todo lo que he hecho por ti?
Se giro lentamente y observo mi expresión facial. Sabia que ese tema era delicado para los tres, sabia que esto era realmente importante para mi.
-Esta bien-. cedió -Pero ella llega a decir algo y no sé cuánto valera mi palabra.- termino por decir y tomo una caja que había bajado mi hermana mientras iba tarareando una canción. Trate de morderme la lengua y no encender un fuego que nadie iba querer apagar.
Lo seguí hasta el borde de los escalones para agarrar todo lo que me faltaba y era esencial, aunque casa estaría a unas pocas horas, la quería frecuentar lo menos posible.
Mama mientras tanto, estaba sentada en la mesa, mirando con una sonrisa de costado. Ella nunca hablaba mucho, de hecho era tema de pelea, pero lo poco que mencionaba y hacia era suficiente como para saber demasiado, y a su vez, saber lo mas superficial. Lo hizo cuando me dio un beso en la mejilla, sabiendo que me lo daba todas las noches antes de dormir. Probablemente la volvería a ver pero yo quería que faltaran los suficientes meses como para tener que recordar todo lo que sucedió en nuestra familia, o ni siquiera acordarme de que tengo una. Pero sabia que en cuanto sonara aquella canción todos los momentos volverían a cobrar sentido en mi mente. Y era algo que debía aprender, a lidiar con todo aquello que alguna vez me hizo gritar una letrilla, y no precisamente por alegría.
Mi padre se decidió de una vez a bajar de su habitación. Aunque una parte de mi hubiese querido que se quedara encerrado en aquel cuarto, otra parte muy pequeña había rogado para que bajara a fin de despedirse de mi. En cuanto el me saludo, solo le correspondí el beso en el cachete y me separe lo mas rápido posible de su intento de abrazo.
- ¿Ni siquiera cuando te vas podemos tener un momento de padre e hija?- me pregunto con un tono de enojo.
La respuesta era clara: No, no podemos. No puede existir ese momento, porque vos y yo sabemos que estoy lo suficiente herida como para no poder sentir tu tacto sin que mi piel se torne cómo la de una gallina. Mas de una razón para actuar desapegada a el, porque lo estaba, pero al parecer la memoria a corto plazo se está desarrollando antes.
Algunas cosas solo las tienes que dejar suspendidas en el aire, como a él. Un caso perdido. Y uno muy perseverante, como si fuera un grano, pero en el culo. Solamente me limite a seguir ayudando a mi hermano con las cajas; pero mi padre no se movió ni un segundo. Se quedo observando. Últimamente se dedicaba a eso, se quedaba en silencio mirándome, supongo que tratando de que yo sienta su "preocupación" hacia mi pero yo solamente no le daba relevancia. Si es que no me gritaba.
Es increíble el nivel de desesperación que pueden llegar a tener las personas cuando saben que nunca te van a tener a su lado.
Ni mi hermano, ni mi hermana emitieron palabra, no hasta volver a tratar de discutir sobre si Eliza viajaría en el asiento de atrás o en el de adelante
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Manejando en la noche
Teen FictionElla quería dejar todo atrás. Ella no quería terminar como su madre. Ella quería ser feliz. Ella quería ser ella.