El silencio de una joven es el grito de millones de ellas.
- No pidas nada. - Una voz resonó por toda mi cabeza. - Haz silencio y todos verán lo buena que eres.
Cada vez que veía el techo de mi habitación eran mayormente sombras,todas eran la nada y eran algo a la vez. Difícilmente podía decir si eran personas o cosas que me acechaban todo el tiempo.
Su presencia era algo a lo que me acostumbré rápido pero otro tema era mi cabeza que parecía no apoyarme en nada.- Si puedo hacer silencio a mis sentimientos... - Sentí una mano extenderse hacia mi persona en el medio de la oscuridad. - Nadie saldrá lastimado?.
Preocupada,tome la mano que,con un fuerte apretón en mi muñeca,me arrastró hacia aquella oscuridad. La mano que me agarró empezó a deformarse.
Uñas largas y oscuras me agarraban con más fuerza y arrancaba mi piel hasta que mis músculos se podían ver por completo.
Me arrastró más profundo a esa oscuridad para mostrarme un rostro con 5 ojos que miraba fijamente los míos. Se formó una sonrisa y,finalmente,me envolvió en sus brazos.
No sabía lo que era,ni lo que yo quería que fuera. Su abrazo era lo más reconfortante que había tenido en mi vida,sentí su mano en mi pecho y un gruñido como si se tratara de un animal hambriento.- Crees poder regalarme tu corazón de cristal?. - Preguntó con una dulce voz.
Sentía que él deseaba más que mi corazón,algo más que yo podía darle fácilmente... Pero una mano me tomó del cuello antes de que pudiera contestar a ese extraño ser que había vuelto la oscuridad en algún tipo de luz azul.
Esta última mano apretó muy fuerte mi cuello que llegaba en un momento que no podía respirar.Al abrir mis ojos,un hombre se encontraba con su miembro dentro de mi,ahorcando me lo suficiente como para matarme. Lágrimas salieron de mis pesados y cansados ojos.
Había llegado a la realidad de un golpe.
Una realidad a la que no quería volver.- Muérete,puta. - La voz del hombre,al que alguna vez lo llamé "Papá",se escuchaba desesperada.
- Pa...pa... - El hilo de voz que había salido de mi boca sonaba igual de desesperada que la de él.
A pesar de que lloraba y empezaba a patear para poder sacarlo de encima mío,mis manos apretaron sus brazos y mis uñas se hundieron en ellos. Él sentía el dolor de la uñas hundidas en su piel,y yo sentía como mis uñas empezaban a doblarse y salirse de mis dedos.
Me concentraba en como salía la sangre de sus brazos y de mis dedos más que en su cara,no quería ver qué el hombre que me dió parte de la vida estaba tratando de matarme.
Sudor y lágrimas se podían ver pero una cosa me llamo mucho la atención.Uñas largas,negras y afiladas reemplazaban mis dedos y desgarraba fuertemente el brazo de mi padre,una sensación de alivio paso por mi cuerpo cuando él soltó mi cuello y se concentro en sus brazos.
- ¿Que eres...?. - Escuché salir de su boca.
- Soy tu hija,soy ... - No pude decir mi nombre.
Toque mi cuello con las manos y observé como la sangre bajaba lentamente,mis ojos se sintieron pesados luego supe que caí al suelo. Me desmayé.
Desperté en un lugar oscuro dónde no había nada,toque el suelo pensando que si me sentaba,tal vez,iba a caer más profundo pero al ver y tocar que era seguro,me senté.
Era tranquilo hasta que algo blanco apareció cortando a la mitad esa oscuridad,un ser sin colores se presentó ante mí y con sus manos largas,tocó las mías.- Bienvenida. - Menciono en un tono suave.
- ¿Que es este lugar?. ¿Dónde estamos?. - Pregunté con mucha curiosidad.
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Song Of Butterflies...
RandomAdal Ivanova, una joven muchacha de 17 años, vive con su padre en una pequeña casa mientras que su hermano menor, Eric Ivanova, se queda en lo de su tía. Ella sufre de los constantes abusos de su padre y, en su último esfuerzo en intentar ver la luz...