Miércoles de café

La conocí.

6:23 pm abrí mis ojos con un poco de dificultad.

Un manto color azul que algunos conocen como cielo me hacía difícil ver bien, fue algo muy bello que en mi mirada no cupiera nada más que el cielo. Ni aves, ni arboles ni mucho menos los otros techos.

Cuándo pude ver bien sentí que estaba acostado y no logré identificar donde estaba hasta que volteé hacia mis pies. Estaba acostado en el techo, algo que regularmente hago cuando estoy cansado, en mi mano izquierda tenía mi celular y en la derecha un libro.

Sentía como si me hubiesen borrado la memoria pero esa era la intención. En fin.

Me levante y sonó mi celular -un nuevo mensaje- Lo abrí y decía

Miguel: tranquilo viejo ella no valía la pena, recuerda que ella tomó la decisión de alejarse ahora solo queda esperar que pase el tiempo para que la puedas olvidar.

¡Wow! Eso fue muy fuerte! se me vinieron a la mente todos los recuerdos únicamente al leer ese pequeño texto.

Bien ahora que ya recuerdo creo que merecen saber la historia desde el principio.

Era invierno, aqui no neva pero hacia un frio que te obligaba a usar un suerte bastante grueso. La nueva cafeteteria en el centro había llamado la atención de muchos en la ciudad, todos quería la foto de café para instagram

Ese día iba con Miguel y Alejandro acabábamos de terminar de una ardua sesión de gym (Jugar maquinistas) y dejábamos nuestras cosas en la paquetería del lugar, la cafetería era algo "vintaje", muebles de madera color barniz oscuro con unos colchones negros que al sentarte sentías como se acomodaban a tu tracero de una forma tan gentil. Después de estar un momento en la sala se acerco un mesero y nos dio el menú con precios que no bajaban de los 60 pesos, entre los tres apenas juntábamos 79.50 y pensamos que ese día nos iriamos a casa a pie.

Estaba cansado así que les dije que ellos decidieran por mi, me recoste en el sofá sin subir los pies al mueble y veía los cuadros en la pared que eran fotos antiguas de la ciudad que me parecían realmente excitantes, era difícil adivinar en que pensaba el fotógrafo al observar tal cuadro. De alguna manera mi cabeza comenzó a resbalar de la orilla del sofá, mi cabeza cayo y sin pensarlo voltie a ver una chica que recién entraba, tenia un par de libros en la mano pegadas a su pecho, unas ojeras que delataban que la noche anterior se había desvelado por los exámenes que por cierto recién habían terminado.

No se si fui idiotizado pero en ese momento caí al suelo cual fruto a la tierra, literalmente azote toda la cara contra el piso de madera e inmediatamente llame su atención, me vio y en el choque de miradas sonrio con obvia razón de reír de mi y no conmigo. Pensé - ¡que idiota! Genial forma de llamar su atención - no es que eso había estado intentando hacer pero de igual forma era una chica.
Ella a primera vista no era una chica común, no usaba un típico short cortito con la esperanza de que se le marque el tracero, no usaba un escote desesperado para atrapar a el primero que se deje, no se arreglaba el cabello con exuberantes accesorios, usaba unos jeans ligeramente ajustados ligeramente por debajo de la cadera, un suéter rojo delgado que dejaba caer casi hasta las piernas remangado ligeramente en los brazos y una "cola de caballo" que dejaba ver su delicado pero fuerte cuello con un un lunar, ojos razgados, sonrisa de bonitos dientes y nariz delgada, parecía alta, su largo cabello negro dejaba en claro que era vanidosa pero de todas formas yo ya había sido atrapado.
No creo en el amor a primera vista, pero si en lo estúpido a primera vista.

No se por que lo hizo pero se acerco y me dijo -ten se te cayo esto- me dio una moneda de 10 pesos que les había estado ocultando a mis amigos porque yo no tenía las mas mínimas ganas de ir a casa caminando, al ver eso Mike y Lexy (Apodos de Miguel y Alejandro) se levantaron y dijeron sin pensarlo dos veces - ¡¡¿No que no tenias mas dinero!!? - lo dijeron tan parejo que ni mi obra de teatro escolar salio tan coordinada.