Blue And Grey.

“Angel dónde estás...llévame lejos de acá” lloriqueaba el pequeño niño dentro de su habitación, en ese momento se sentía tan pequeño, sentía que en cualquier momento caería o se hundiría en lo enorme de su habitación.

Había sido una tarde más, un día más en las que Taehyung había sido molestado por sus compañeros en la escuela. “Los ángeles no existen, deja de ser tan patético Kim, tienes 11 años, madura de una vez”, eso y más era lo que el pequeño niño tenía que escuchar día tras día. Pero, los ángeles sí existían, ¿o no? Su madre se lo dijo, su madre nunca le mentiría, ¿cierto?

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—¿Qué haces aquí, niño? —cuestionó un niño pelicafé, que había salido de uno de los cubículos.

Sorbió su nariz y limpió sus lágrimas con la manga de su suéter. —Me han molestado en el salón...otra vez.

—¿Te molestan continuamente? —cuestionó ladeando la cabeza y sentándose a un lado de él.

—Sí, dicen que soy muy patético y bastante inmaduro para mi edad...

El pelicafé no sabía que decir, él sentía lo mismo algunas veces. —Uhm, no les hagas caso, los tontos son ellos. ¿Cómo te llamas?

—Soy Taehyung...de quinto año.

—Oh, eres mayor que yo...¿y porqué ellos te molestan?

—Mi mamá me hablaba mucho de los ángeles, ella decía que hay un ángel para cada persona y que ellos son los encargados de cuidarnos.

Se limpió de mejor manera las lágrimas y examinó al niñito a su lado, si no le creían, sus ojos lo estában confirmando, los ángeles existen porque él está viendo a uno en ese momento.
No creía que un niño tan bonito existiese en realidad.

—No les hagas caso —dijo, negando —. Ellos, no saben que dicen, las creencias de los demás no deben ser juzgadas. Y si tú crees en los ángeles, ¿qué más da?

—Oh...muchas gracias —limpió mejor sus lágrimas y observó al niñito a su lado. —. ¿Tú cómo te llamas? —le preguntó mirándolo mientras ladeaba su cabeza con duda.

—Soy Jeon Jungkook, de tercer grado. —dijo sonríendole con dulzura.

Esa tarde, Taehyung se quedó hablando hasta que el receso finalizó con Jungkook, le había caído de maravilla.
Todos los días, Taehyung subía a aquellos viejos y descuidados baños para encontrarse con su amigo, él no sabía porqué siempre tenían que encontrarse ahí habiendo lugares más bonitos en la escuela pero vamos, solo era un niño, no se ponía a cuestionar los “porqué”.

—Taehyung hace cómo dos semanas que no te juntas con nosotros —quejumbraba nuevamente el mejor amigo del niño, Jimin. —. ¿Es que a caso te has encontrado otro mejor amigo?

El susodicho negó soltando una risita. —Nada de eso, Jiminie, es que...Jungkook me espera allá.

—¿Quién?

—Jungkook, es un chico de tercer año, no creo que le conozcas, pero me espera en los baños de la plata alta. —negó y salió corriendo del salón en cuanto la chicharra le permitió, corriendo hacia los baños.

Sin embargo, el pelinegro se quedó con una mueca, ¿había oído bien? ¿Jungkook?, ¿baños de la planta alta? Solamente esperaba a que fuese una coincidencia...

—¿Jungkook? —cuestionó al no ver a su amigo por ningún lado —. ¿Kook, estás aquí?

Puchereó al no escuchar nada, se acercó de poco a poco a aquellas puertas tan descuidadas de los baños, importándole poco aquella cinta de seguridad que éstas tenían.