Pov. Barry
Muchas cosas habían sucedido, de un momento a otro quizá, no podía describir desde cuando estos abrumadores sentimientos comenzaron, o las situaciones que nos llevaron a ellos Ollie, pero de algo siempre estuve seguro. No me arrepentía de nada.
Las memorias viajaban, en fila, casi marchando, tratando de hacerse notar. Pequeños flashazos de nuestra vida llenan mi mente, algunas me dan nauseas, y otras me sacan sonrisas inconscientes.
¿Cuándo comenzamos a tratarnos como dos idiotas enamorados?, Sencillo, siempre lo fuimos.
El recuerdo más lucido que llena mi mente es uno triste, tal vez por la ruptura de tu muy dañado corazón o tal vez la dolorosa verdad que mi negación trataba de hacer olvidar.
Aún recuerdo como corrí hasta tu puerta, casi podría describirte cuántas lágrimas mojaban mi rostro, tu mirada preocupada y el olor a pollo al horno me hacían sentir como si esto fuera lo que necesitaba, como si está fuera mi hogar, y tal vez siempre lo fue.
Corriste la puerta y me invitaste a entrar, tus manos estaban indecisas, tratando de averiguar si tenían el permiso de tocarme, aún logro recordar el dulce tacto de ellas; tan ásperas y frías, pero extrañamente familiares. En esos momentos podía jurar que estaban hechas para tocar mi piel, y aún lo hago.
Siempre fuiste bueno con las palabras, pero en ese caso no fueron necesarias, simplemente asentí y tus brazos me llenaron de calidez y paz, justo lo que necesitaba.
Te conté lo sucedido, quizás hablamos por horas, siempre fuiste bueno escuchándome, siempre detrás de mí y siguiendo mis consejos; una de las cosas que siempre amaría de ti.
Me aconsejaste, trataste de ser un buen amigo, sabías lo que Iris significaba para mí y lo que nuestra relación conllevaba, se que fue difícil para ti entenderme entre tantos sollozos pero tú comprendiste, era mi primera relación, era mi primer engaño.
Me tuviste entre tus brazos y procuraste que así fuera el resto de la noche. Esa fue la primera vez que dormimos juntos; tu abrazándome fuertemente, casi posesivamente y yo usándote de almohada. Una pose que luego adaptaríamos como nuestra.
Al día siguiente desayunamos juntos, no hubieron muchas palabras, nunca fueron necesarias, me embriagué con tu mirada y el intenso aroma de café amargo saliendo de tu taza con el logo de "Mejor papá del año". Aún recuerdo lo mucho que nos reímos por eso.
Te note decaído entonces y pregunté la razón. Felicity dijiste de inmediato, recuerdo como las palabras no salieron de mi boca, era cierto, tu estabas con Felicity y yo irrumpiendo en tu vida como si fuera más importante que ella.
Me disculpé por eso pero tú no me dejaste seguir, esa fue la primera vez que supe la importancia que tenía yo en tu vida, me lo explicaste fríamente; yo era la luz de tus días y tú, la oscuridad, no tenías ninguna intención de dejarme ir.
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Crisis en Tierras Infinitas; Olivarry
FanfictionFelicity amaba la idea que todos tenían de él, Oliver Queen: "El vigilante". Laurel solo veía lo bueno en él, como lo hacía con todos los demás. Pero Barry, Barry amaba a Oliver por lo que él era en realidad. Y al final, todos se enteraron del se...