𝓛𝓪 𝓶𝓮𝓳𝓸𝓻 𝓪𝓶𝓲𝓰𝓪 𝓭𝓮𝓵 𝓹𝓻í𝓷𝓬𝓲𝓹𝓮

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Hace mucho tiempo en una tierra lejana existía un reino que vivía de forma pacífica dentro de este mismo lo gobernaban el rey y la reina Hamill, ellos habían vivido sus días en paz y felicidad y ahora eran aún más alegres por la llegada de su primero hijo, El príncipe heredero al trono, su Alteza real Eredith Hamill , si su nombre parece de mujer pero la reina y el rey al ser padres primerizos creyeron que iban a tener una hija pero cuando supieron la verdad era demasiado tarde pero no hubo problema con eso , el reino entero amaba con todo su corazón a su nuevo príncipe así que lo recibieron con los brazos abiertos y con mucha alegría.

Pasaron los años y el pequeño príncipe fue creciendo teniendo una personalidad algo traviesa, juguetona y curiosa aunque muy bien portado cuando se requería , cuando este joven príncipe tenía 8 años este le encantaba ir a los almacenes de comida y materiales primas que tenía el palacio ya que eso despertaba la curiosidad que tenía al ser un niño pero un día que fue a los almacenes se encontró con una pequeña visita inesperada pues se topó con una pequeña niña de pelo rizado y medio largo muy alborotado y maltratado, con moretones en todo su cuerpo y una cortada bastante grande en su cara además de varias más en sus brazos y piernas , esta pequeña niña solo llevaba un costal café de papas como ropa y los pies descalzos , llenos de cortes. Estaba en las peores condiciones y más en esta época del año que era en invierno, el joven príncipe al ver a esta niña tan descuidada y maltratada no pudo evitar sentirse muy preocupado.

Eredith se acercó lentamente a la niña, pero esta dio unos pasos atrás muy temerosa mientras se abrazaba la cabeza puesto que no era la primera vez que la veían en los almacenes ya que ella venía a robar comida y cuando era descubierta siempre era golpeada mientras que también le aventaban frutas y verduras podridas. Pero esta vez no era así, el príncipe se acercó un poco más y con una voz suave dijo.

Eredith - Estas bien? Tranquila no te haré daño -

Estas pocas palabras pronunciadas por aquel niño sonaron muy cálidas y amables haciendo que la niña bajara un poco la guardia y Eredith al ver esto volvió a decir con amabilidad.

Eredith - No te preocupes, yo te ayudaré...confía en mí - Estas últimas palabras le dieron más confianza a la niña y finalmente dejó de abrazar su cabeza y se acercó un poco al pequeño príncipe el cual preguntó.

- ¿Cómo te llamas? ¿Puedes hablar? - Después, esperó pacientemente a que la niña respondiera, ella con una voz muy temblorosa y tímida respondió.

S-Sharyl, es mi nombre...- El príncipe al ver que la niña podía hablar se sintió más aliviado y con más confianza dijo.

Eredith - Oh, es un nombre muy bonito Sharyl - dijo con una cálida sonrisa, en el rostro de Sharyl se asomó un ligero rubor en sus mejillas y con una pequeña sonrisa ella dijo.

Sharyl - Usted debe ser el príncipe Eredith verdad? -

Eredith se sorprendió un poco pero aun así él dijo-

Eredith - Así es jeje y dime cuántos años tienes?? dónde están tus padres? - Estas preguntas abrumaron un poco a Sharyl, pero aun así ella respondió.

Sharyl - Tengo 9 años...y no tengo padres - Ella dijo eso con tristeza, pero muy decidida a que ella no tiene padres, esto sacó mucho de onda a Eredith pues en su pequeña mente de niño no cabía la idea de que una niña no tenga padres así que con curiosidad y algo desconcertado preguntó

Eredith - Cómo es eso de que no tienes padres? - a lo que Sharyl respondió

Sharyl- Bueno en realidad ellos me echaron de casa por no ser lo que ellos esperaban - al escuchar el joven príncipe no pudo evitar sentirse enojado por tal cosa y Eredith dijo