Con el viento a tu favor

No sé cuando sufro más

Por dónde comenzar.
Bueno, las mañanas son iguales, la misma rutina de siempre, el mismo traje, el mismo trabajo, los mismos compañeros y hasta los mismos chistes absolutamente todos los días.
Muchas veces me detengo en el camino a contemplar las nubes, quisiera ser como ellas, tan libres y versátiles; cuánta envidia me dan que estén tan arriba y yo abajo en una realidad monótona.

Mis pasos hacen eco en el silencio de la mañana. Todos están profundamente dormidos, en cambio yo debo ganar el pan de cada día.
Agradezco que el café en mi mano esté caliente, es lo único emocionante de mi vida. Sentir un poco de calor hasta quemarme, quedarme absorto viendo como mi mano queda lentamente roja y un ligero ardor recorre toda mi extremidad.

Es asombroso como las personas suelen ignorar lo bello que es el dolor, muchas veces me pregunto si no existiera el dolor ¿realmente sabrían lo que es el placer? El blanco se sabe que tan blanco es cuando se contrasta con el negro. Así mismo con el placer, es mucho más gustoso luego de haber sufrido un poco.
Uno aprecia realmente la felicidad luego de haber sufrido.

Tantas cosas aparecen mi mente hasta que me consume la realidad.
-Ya he llegado- murmuré por lo bajo mientras abría la puerta del laboratorio y me cambiaba a la ropa de trabajo.

-Vaya cara que me llevas, has dormido bien?-

Una voz irrumpe mis pensamientos.
La recepcionista Biyin siempre llega más temprano que todos, pues se encarga de chequear que todo esté listo para el momento de la producción.

-Si, descanse muy bien. Solo estoy un poco decaído-
- Cómo así? ¿Y eso a que se debe?-
- No sé, siento que le falta algo a mi vida-
-Bueno, de ser así, a todos nos falta algo y no nos quejamos. A mí por ejemplo me falta un yate y unas buenas vacaciones en las islas Maldivas-
-Si- contesté con una media sonrisa para finalizar la charla e irme a comenzar el trabajo.
-Espera!- grita la rubia desde el fondo- prepara bien tu sala que en unas horas vienen los inspectores-
-inspectores?- dije para mí mismo- en los años que he trabajado aquí no ha venido ni uno solo- murmuré- Sabes a qué hora exactamente?- le pregunté.
-A eso de las 10:00. Con esto del cambio de dueño vienen de las otras sucursales del país a controlar si mantenemos la calidad-
-Enserio?-
-Si, así que vete a acomodar tu sala-
-Vale, vale-

La mañana se pasa rápido: unos cuantos papeles, controlar formularios, chequear que todos los medicamentos estén correctos, las drogas en su lugar, etc.
Hasta que un ligero golpe en el vidrio de mi puerta interrumpe mis actividades:

-Disculpe- dijo una voz un tanto grave y silenciosa.
-Si, ¿Qué necesitas?- dije un poco asustado aún sin voltear a mirar. Me sorprendió justo cuando estaba más concentrado.
-Me he perdido y quiero saber dónde está el baño-
-Oh, está al final del pasillo a la derecha- gire a  señalar bien donde se encuentra y lo vi: ojos negros y brillantes, tez pálida en la cual resaltaba su barba negra junto con su pelo. Es curioso como antes de entrar a trabajar estaba pensando en eso "no se sabe que tan blanco es un blanco hasta que se contrasta con el negro".
Una ligera sonrisa se asoma en mi rostro, todo era armonioso en él. Hasta su párpado izquierdo ligeramente caído resaltaba la oscuridad de sus pestañas y sus cejas abultadas.
Podría estar observando y navegando en cada uno de sus detalles por mucho tiempo.

-Muchas gracias-

Su voz interrumpe mi inspección minuciosa de su rostro y me hace caer en la realidad de que es la primera vez que lo veo.

-¿Y tú quién eres? No te he visto por aquí-
-Soy uno de los inspectores, solo que he llegado un poco más temprano-
-Vaya ¿Y cómo es tu nombre?-
-Focus y tú debes ser Fargan-
-¿Cómo supiste?-
-La chaquetilla que llevas tiene tu nombre escrito- contesta señalándome.
-Ah...- dije por lo bajo lleno de vergüenza ante tal situación -Bueno, ya sabes cuál es mi sala- comenté intentando romper el hielo- así cuando comiencen a inspeccionar no pasen por aquí-
-Madre mía, de mi no te salvas chaval.- contestó con una sonrisa. Se ve que le causó gracia mi comentario.
-Eso espero- dije en voz baja.
-Qué?-
-Que el baño está al final del pasillo- dije con voz nerviosa.
-Ah! Cierto, muchas gracias querido Fargan-
-Por nada Focus-

———————————

Desgraciadamente no pude quitarme la impresión de su rostro en mi memoria. Tan solo recordar esa sonrisa un poco ladeada me hacia suspirar tontamente.

-Buenas querido Fargan-
-Buenas Focus, ¿Ya llegó la hora de la inspección?-
-Claro hombre, ya llegó la hora de mi trabajo. Te dije que de mi no te libras- comento con tono contento.
-Ya veo que no me podré librar de ti- dije en un suspiro- No has venido con tus compañeros-
-No, ellos están en otras áreas. Yo pedí venir acá-
-¿Así que querías verme?-
-Veamos- dice revisando las planillas, ignorando completamente mi comentario- "Fargan:  encargado del área de producción de comprimidos" Tienes que realizar una producción entre 200 a 300 por día, ¿Puedes mostrarme cuáles son las drogas que estás utilizando?-
-Claro pero no creas que las consumo eh-
-Madre mía chaval- dice riéndose por lo bajo.
-Te han dicho lo hermosa que es tu risa?-
-Seducirme no va a hacer que deje de inspeccionar-
-Mierda!-
-Jajaja estás loco. Espérame aquí que yo termino de chequear todo esto-

Me quedé un momento en la puerta del depósito pero no pude quedarme tanto tiempo en silencio.

-Me dijeron que no son de acá- le grite desde la puerta.
-Aham- hace una mueca concentrado mientras veía cada uno de los envases.
-De dónde vinieron?-
-De la sucursal del sur, la sede-
-Vaya ¿está muy lejos?-
-Está a unas 8 horas de aquí en auto-
-Es un poco lejos, ¿y hasta cuándo se quedan?-
-Hoy mismo nos vamos, debemos llevar los resultados con prontitud-
-Vale- conteste un poco desanimado.

Un gran silencio inundó el ambiente haciendo que el sonido de su lapicera anotando sea como un gran parlante aturdiendo mis tímpanos.

-Vendre el próximo año- comenta haciendo un poco de ruido.
-Vale, tendré un poco más cuidado cuando vuelvas-
-Por ahora está todo bien, no tienes nada fuera de la raya-
-Eso es un consuelo-
-Intentare que me dejen venir por más tiempo-
-Y eso a qué se debe?-
-Es muy linda la ciudad, nunca he venido y me gustaría conocer un poco más. He visto unos muy lindos paisajes que me encantaría recorrer-
-Si quieres yo te la muestro y luego a la ciudad-
-Terrible-
-¿Eso es un si?-
-Bueno señor Fargancito, tienes todo en orden. Debo continuar con mi trabajo-
-Sigues con otra área?-
-No, mis compañeros ya debieron haber terminado hace un par de minutos así que ya nos estaríamos regresando-
-Entonces aquí nos despedimos-
-Yo creo que sí- dijo colocando una mano en mi hombro- Nos vemos el año próximo-
-Vale- contesté sonriendo levemente- nos vemos-

Él, achinando sus ojos me devuelve una sonrisa y se marcha.

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Aquí la narradora.
Hace rato no escribía algo de farcus soft 💕

Para el próximo cap:
"Al cabo de un año se vuelven a ver y pasan cositas"

Un besito uwu 💖🌼