Capítulo 83: Una porrista menos

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Semanas después - Entrenamiento de las porritas

― ¡DIOS! ¡BASTA POR FAVOR! ¡NO PUEDO MÁS! ―Apple se dejó caer al césped.

―Que alguien me repita porque se nos ocurrió esta idea, no creo poder hacer un salto más ―Emma se dejaba caer al lado de su hermana.

―NO CREO PODER MOVERME NUNCA MÁS EN MI VIDA. EN SERIO, LLAMEN A UNA AMBULANCIA O ALGO POR EL ESTILO. DE AQUÍ NO ME LEVANTO―Lexi se unía a sus hermanas y atrás suyo se tiraba Andrea que directamente no tenía ni fuerzas para quejarse.

―Hay que hacer algo―opinó Emma.

―Busquemos una forma de echarla... ¡YA SÉ! ―Lexi tenía una idea― Podemos ir a decirle a la directora que la entrenadora nos hace tomar algún tipo de energizante o algo así, esas cosas siempre asustan a todos los maestros―sus hermanas giraron los ojos, Andy no tenía ni fuerzas para girarlos.

―No podemos acusar a nuestra propia madre de darnos drogas Lexi―Mientras Emma defendía a su madre se cubría los ojos con su propia mano por el sol.

―Vamos a tener que tomar medidas más extremas entonces―opinó Apple.

― ¿Crees que es necesario? ―indagó su melliza.

―No queda otra Emma―respondió.

―Estoy de acuerdo―la respaldó Lexi― Hay que hablar con mami Camz―concluyó adivinando las intenciones de sus hermanas.

― ¿Alguien sabe dónde está mi hermana? ―preguntó el patito una vez que recuperaba el aliento.

―Pensábamos que tú sabías―contestó Apple― La esperamos donde siempre, pero como no apareció y como la nueva coach nos hace correr vueltas extras por cada minuto que llegamos tarde, nos vinimos sin ella― le contó a su prima.

―Mhhm―Alguien se aclaraba la garganta enfrente de cuatro cuerpos que estaban tiradas en el pasto.

Al mismo tiempo las cuatro miraron para arriba y se encontraron con Jules mirándolas con gesto serio y con sus brazos en la cintura.

―La entrenadora dice que ya pasó el tiempo de descanso, y que si no levantas sus traseros el próximo entrenamiento va a venir acompañada otra vez de la tía Vero―informó la más pequeña de las Cabello haciendo que las chicas se levantaran rápidamente. Ninguna quería revivir el peor entrenamiento de sus vidas. El duo Lauren/Vero debería estar prohibido en la animación.

―Julie... ¿Cuánto tiempo va a durar estar tortura? ―ya estaban exagerando.

Jules miró a lo lejos como su madre discutía con una de las porristas que durante el entrenamiento había demostrado no tener la fuerza suficiente para levantar a sus compañeras. Lauren le estaba armando una rutina en el gimnasio verbalmente.

―Espero que pronto―dijo la pequeña no muy contenta con la actitud de su madre― Y eso que yo solo lo sufro desde afuera―aclaró mientras acariciaba la espalda de Lexi dándole fuerzas. Ser la asistente de la coach no era tarea fácil tampoco.

― ¿Alguien sabe dónde está Gabi? Mamá está que trina porque le falta su capitana―contó recibiendo la negación de las demás.

―USTEDES CUATRO―las llamó Lauren― TIENEN CINCO VUELTAS ADICIONALES POR TOMARSE MÁS MINUTOS DE DESCANSO―Lauren se había cansado de esperar a sus hijas y a su sobrina― Y AHORA LAS QUIERO VER A TODAS CORRIENDO ANTES DE IRSE A LAS DUCHAS―ordenó mientras se acercaba a la lobito― ¿Averiguaste algo de Gabi? ―le preguntó preocupada.

―No saben nada―contestó.

―Ve a contarles las vueltas―le indicó Lauren a su hija menor, mientras iba a su bolso a buscar su celular. Le llamaba demasiado la atención que su sobrina no le hubiera avisado que iba a perderse el entrenamiento. Gabi tenía permiso para llegar unos minutos tarde debido a que estaba tomando cursos avanzados para poder entrar a la universidad a estudiar abogacía como Vero, pero generalmente llegaba a tiempo. La ojiverde miró a sus porristas correr mientras se quitaba la idea de llamar a Vero, mejor averiguar antes que preocupar a su amiga.

Cuando, Donde y Como el Amor Quiera (Adaptación Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora