Dame misericordia

El final de una plegaria

El cielo nocturno y nublado me saluda, las gotas de lluvia me cubren el rostro mientras la luna me observa. Sonrió, el frío y la humedad de la noche me llevan al recuerdo de aquella sinfonía de piano y un violín. Por un momento olvido el olor a pólvora en mi cuerpo junto con el sabor metálico en mi boca, lastimosamente solo dura unos minutos, el dolor en mi abdomen terminan por traerme de vuelta a la realidad, como si no quisiera dejarme olvidar de su existencia. Aun así me resisto a soltar la sensación de paz que rodea mi mente; con las pocas fuerzas que me quedan decidí presionar con mi mano derecha la herida en mi abdomen, no necesito verla para saber lo grave que es, el dolor que desprende al igual que la cantidad de sangre a mi alrededor me lo dicen, se que no sobreviviré, pero no quiero darle la satisfacción de que logró vencerme con tanta facilidad. No quiero que él crea que logró lastimarme tanto física como mentalmente, aunque sea todo lo contrario.

- Irónico, ¿no?- Digo entre tristes risas a la nada - Durante años te rogué que me salvaras del sufrimiento de la vida, pero siempre me ignoraste, y ahora que finalmente logró encontrar alegría me escuchas - Bufo una risa molesta. - Si que eres cruel Dios.

◭-"Siempre es igual contigo ¿No? Nunca estas contenta con nada, te quejas cuando te dan y te quejas cuando no ¿Cuándo dejarás de culpar a otros por tus problemas?" - Una molesta y ya olvidada voz inunda mi cabeza. - Hola a ti también cariño, y dime, ¿a qué debo el honor de tu hermosa voz en mi cabeza? - Saludó con burla a la voz.

◭-"¿Nunca te tomaras en serio tu vida?"- Me replica frustrada con su hermosa y molesta voz, voz que siendo sincera extrañaba, aunque mi psiquiatra preferiría que no lo hiciera. - No. Eso es para los vivos- Comentó entre risas.

◭-"No sabía que eras un zombie"- Contestó sarcástica - Yo hace tiempo que morí, tú mejor que nadie debería saberlo.- Sonrió con tristeza y nostalgia mientras oigo a lo lejos las risas de 2 niños

◭ -"Lo sé..."- Murmuró con tristeza - "Pero esperaba que después de todo lo que pasamos hubieras abandonado esas tontas ideas". - Al escuchar esto mi sonrisa desaparece de mi rostro, se que ella no es más que una creación de mi subconsciente, pero aún me molesta escuchar sus válidos y razonables comentarios en mi contra

◩ -"¿Enserio lo creías?". - Interviene una segunda voz con duda y burla hacia la primera. - Hace tiempo que no escuchaba tu hermosa voz mi querida Salecita. No has cambiado en nada.

◩ - "En primera, soy una voz dentro de tu cabeza que tú inventaste no puedo cambiar"- Replicó irritada al explicarme lo que para ella resulta obvio - "Y en segunda, ¿De quién crees que es la culpa de que no nos hayamos vuelto a encontrar?"- Pregunta con ironía Sal, se cual es la respuesta que busca, pero no se la daré. - Mmm... no sé, ¿de Luci?- digo fingiendo ignorancia ante sus obvias quejas. Además, si ella se une lograre divertirme un rato.

◕ - "Hey, a mi no me metas"- Responde una tercera voz ofendida ante su repentina implicación en la discusión. Bingo. He de admitir que me tenso un poco al escucharla, su presencia al fin y al cabo solo son malas noticias para mi, pero si logro entretenerme un rato y olvidarme de este maldito dolor soportare todo lo que ella me lance.

◭ - "La loca tiene razón María, no debías meterla"- Defiende A, aunque ciertamente no fue la mejor elección de palabras, y mucho más si a la persona es Lucí.

◕ - "¡¿LOCA!? ¡Ya quisieras ser como yo, morronga mal parida, pinche pichurria!"- Gritó histérica y molesta Lucí.

◩ - "Callate Lucí" - Ordena molesta.

◕ - " Callate la puta jeta maldita sapa lambona, que aquí nadie te llamo" - Gruñe ante la interrupción de Sal

◩ - "¡¿Disculpa, que quisiste decir con eso pinche guisa!?"- Grita molesta. Al ver como la conversación se desvía a una pelea de insultos entre esas 2 no puedo evitar dejar escapar una risa de entre mis dientes, lastimosamente, ella se da cuenta de eso y termina la conversación en un instante dejando todo nuevamente en silencio, yo por mi parte solo puedo maldecirme por ser lo suficientemente imbécil como para olvidar que por más enojada que este, ella no es estúpida o fácil de engañar. Suelto un gruñido en señal de rendición.