You Are My Superstar!

Gustos y Sospechas

El empleo comenzó con su turno nocturno, su uniforme ya estaba planchado para ejercer su labor con el cuidado y seguridad de la Mega PizzaPlex y T/N sabía muy bien que la diversión apenas comenzaba.

Se supone que un puesto como guardia es muy importante, saber todo tipo de reglamentos y acciones que uno debe tomar en acción, T/N sabía de esas cosas, pero pasar una noche en ese centro comercial era una locura imparable. Y esas oportunidades tenían turnos en la semana. O podían aprovechar la agradable noche para descansar del espectáculo o gastaban sus energías para hacer lo que se le diera la gana. Así eran los animatronicos de PizzaPlex.

Pero para T/N era agradable, esos pequeños momentos los aprovechaba para conocer a cada uno, sus gustos, talentos e incluso miedos. Esas pequeñas oportunidades eran oro para ganarse la confianza de todos esos seres de metal y no se arrepentía de nada, ahora los consideraba como los amigos que siempre quiso tener. Especiales, pero eran sus amigos.

—Chica, ¿nunca te cansas de la pizza? — la joven de uniforme le preguntó con una malteada en mano. Observando con diversión a la polluela devorarse los trozos de pizza.

La animatronica masticó con entusiasmo, saboreando el exquisito sabor del queso y el pepperoni mezclarse con la salsa de tomate, la masa crujiente se molía por cada mordida. Chica tragó sin piedad, sonriendo al finalizar todas las rebanadas de su caja. —¡jamás!

T/N negó divertida. Había aprendido que no puedes abrir una caja de pizza sin que Chica aparezca para quitártela, ¡era una completa glotona! Aún no comprendía del todo a dónde se dirigía toda esa comida consumida, debía ser mucha tecnología para ello, pero al ver a la polluela tan feliz, la dejaban un tanto satisfecha por ella. Era un lindo detalle que los animatronicos pudieran gozar de ciertas cosas que los humanos podían realizar.

Sus labios tocaron la pajilla y con mucha calma, succionó del frío jugo de fresas. El embace poseía una tierna imagen del lagarto con fresas alrededor. Diseño de la compañía de malteadas, el especial de Montgomery Gator.

—Oye T/N. — Chica sostenía la caja de pizza, buscando algunas sobras que suplicaba, hubieran quedado. —¿Te gusta alguien?

Su boca se tenso de inmediato, provocando que el liquido consumido se fuera por el otro camino, comenzando a toser de forma repetida y ahogada. —¿Por qué? — T/N respiró hondo, tragando por fin su nudo.

Su mano sostuvo una pequeña sobra y sin más se lo llevó a la boca. —Ay T/N, somos amigas bastante tiempo como para no demostrar la confianza. Somos unas chicas traviesas. — comentó, haciendo un cómico gesto con su característico peinado. —Además, eres una mujer muy linda, de seguro alguien te echó un ojo. — Chica sonrió divertida, demostrando su agradable interés.

Quería ser oídos sordos, pero las palabras de Chica la apuntaban con el dedo como si la estuvieran acusando sobre la verdad. ¿Sentir algo por alguien? T/N perdía la mirada por los pensamientos reflejados en una tez anaranjada y muy llamativa. A la par de imaginar unas tiernas orejas redondas que no paran de agitarse de un lado a otro, acompañando un pequeño sombrero. Pecho voluminoso, tatuado por un llamativo rayo. Hasta finalizar con el recuerdo de una preciosa risa que no paraba de decir su nombre. Oh no.
Su corazón empezó su tormento de emociones fuertes, la piel de la cara comenzaba a arder, sin darse cuenta de su inconsciente rubor. No podía ser posible.

—¡Ajá! ¡si te gusta alguien! — Chica gritó. Sus ojos se dirigieron a la polluela, como si estuviera dándose cuenta de la acusación. T/N trato de levantar banderas blancas, pero los pensamientos la castigaban cada segundo, incrementando su rubor. —¿Es de aquí? ¿ha venido a PizzaPlex? ¡quiero sabeeeeer!

Sus manos cubrieron su rostro con presión, como si estuviera desahogando toda esa vergüenza en silencio, pero suspiró cuando peino sus cabellos, buscando la calma. Miró a Chica quien esperaba impaciente y emocionada, guardando cada movimiento para su reacción o comentario. —No voy a decirte quién es. — Chica arrugó sus cejas, pero fue callada por el dedo de T/N. —Pero te daré pistas.