Sweet Sunnie ୨୧ sungsun

✦ 𝗖𝗂𝗍𝖺𝗌 𝗥𝗈𝗌𝖺𝗌

Y ahí se encontraba Sunoo. En medio de un mar de prendas, sin poder decidirse por cual elegir.

Tal vez debería ir de compras...

Pensó el chico un poco frustrado por no conseguir nada especial que ponerse para su cita con Hoonie. Pero desechó la idea al instante, ya era algo tarde para salir de compras.

— Esto de tener novio, es un poquito difícil. — Se quejó haciendo un puchero, mientras se sentaba en la cama.

¿Qué tipo de ropa le gustaría a su novio? ¿La colorida? ¿La formal? ¿Monocroma? ¿Casual? o tal vez... ¿Una camiseta con un unicornio de brillitos rosas estampado?

Sunoo suspiró. Esta vez tendría que escoger al azar o nunca saldría de esa habitación. Al final, solo tomó una camisa de un azul muy suave con bordados, y unos pantalones blancos. Cepilló con paciencia su cabello rosa y sonrió nervioso mirándose en el espejo. Esperaba que a Hoonie le gustara como se veía.

Miró la hora en su celular. Eran exactamente las 6 y seguramente Sunghoon no tardaría en llegar por él.

Efectivamente, fue así, para las 6:01 Sunghoon estaba tocando la puerta. Sunoo respiró hondo, trantando de calmar las maripositas que revoloteaban en su estómago, y abrió la puerta encontrándose con su novio, que se veía más que hermoso con esos pantalones oscuros ajustados.

— Hola Hoonie. — Dijo Sunoo impulsándose levemente en la punta de sus pies para besar la frente de Sunghoon.

— Sunnie te ves hermoso. — Halagó el mayor, recibiendo un modesto sonrojo y soltó una risita por parte de su novio. —¿Nos vamos? — Preguntó Sunghoon tomando la mano del chico. Se veía como un lindo ángel, muy lindo.

El pelirosa asintió. Y empezaron a caminar porque lamentablemente Sunghoon no tenía auto, pero aún así era perfecto para Sunoo. Si estaba con su bonito novio todo era perfecto.

Ambos paseaban por la plaza, Sunghoon no podía estar más feliz de pasar San Valentín con su lindo chico. Él jura que jamás se cansaría de escuchar sus extrañas historias, porque si estaba con su Sunnie era más que divertido.

— Y entonces lo abrí, ¡Era un osito azul! desde entonces él es mi mejor amigo. — Sonrió Sunoo, su osito azul era muy importante, así que obviamente le quiso contar a su novio sobre él. Después de todo, los presentaría algún día para que apruebe su relación. Bueno no, pero ese osito compartiría su cama matrimonial cuando Sunghoon aceptara casarse con él en unos años, así que era importante.

— ¿Ah si? debe ser una buena compañía. — Dijo Sunghoon riendo enternecido.

— Sí, es muy suavecito y lindo. Siempre me cuida en las noches cuando tengo pesadillas. — Decía Sunoo con los ojos brillantes, la estaba pasando muy bien en su cita. Y algo que lo hacía sentir bien es que a Sunghoon no le molestaba la forma en que hablaba de sus peluches, y hasta le seguía el juego. Era una buena noticia para el menor.

— Entonces debo agradecérselo. — Susurró Sunghoon besando la mejilla de Sunoo.

Sunoo rió por las cosquillas que le causaba el tacto.

— ¡Hoonie mira! — Exclamó Sunoo señalando una heladería. — ¿Podemos ir? ¡Yo quiero helado de Vainilla con fresas!

— Lo que tú desees, Sunnie.

Tan pronto el chico dijo eso, Sunoo tomó su mano llevándolo rápidamente a la heladería. Amplió su sonrisa una vez estuvo dentro, la decoración de San Valentín era preciosa a los ojos del menor. Lo emocionaba mucho más de alguna manera.

Sunghoon no podía dejar de sonreír al ver las expresiones de su lindo chico, era demasiado adorable. Y eso hacía que se preguntase como es que alguien como Sunoo llegó a gustar de él...

— Hoonie pareces un perrito bebé. — Rió Sunoo colocando una orejas de peluche sobre la cabeza del otro. ¿De dónde las había sacado? bueno, Sunghoon no tenía idea. — Te ves tan lindo~

Sunghoon no pudo evitar sonrojarse por la comparación. Y Sunoo sonrió por ello. — Ow, tus mejillitas están rosadas. — Dijo acercándose más a su novio para picar estas con sus dedos.

Sunghoon solo negó riendo y pidió los helados.

Eres tan tierno mi Sunoo.

— Jay hyung, ¿Estamos en una cita? — Preguntó Jungwon levemente ruborizado.

Ambos estaban sentados en la azotea de un restaurante con un ambiente muy romántico, sobre todo por ser un acaramelado 14 de febrero y estar rodeados de parejas.

— No sé, si tú quieres... — Dijo Jay tratando de disimular su nerviosismo. Él había querido salir con Jungwon desde hace mucho, pero nunca se atrevió a pedírselo realmente.

— Y-Yo... me gustaría. — Murmuró Jungwon con las mejillas pintadas de rojo, bajando la miraba avergonzado.

Jay sonrió y tomó la manita de Jungwon entre las suyas acariciándola. — Entonces es una cita, Jungwonie.

— Claro que sí, Jay hyung. — Tarareó Jungwon sonriendo ampliamente, haciendo sus ojitos casi como una línea y dejando ver unos lindos hoyuelos. Jay se enamoró una vez más de aquella sonrisa.

— Jungwon.

— ¿Hmn?

— Cierra los ojos. — Musitó suavemente.

Jungwon lo miró confundido, pero no tardó en obedecer.

Jay rió bajito antes de acercarse al menor para besarlo de forma sutil. Y Jungwon... él solo se dejó llevar por los dulces labios de su hyung.