Aquel día en Italia; km au

otto

Al igual que el primer día en Italia y por lo cansador que había sido el viaje, se quedó dormido por más minutos de lo acordado. Apagó sus alarmas y se volvió a tapar con sus sábanas, pero al igual que la primera vez los pequeños golpes lo sacaron de su cómoda cama, logrando que por fin abriera los ojos. Sin ser grosero y sin querer que Jimin esperará por demás, abrió la puerta sin más, mostrándose despeinado y risueño enfrente de Jimin.

Lo primero que visualizo esta mañana, a parte de las paredes lisas de su habitación, fue la sonrisa de Jimin. Una muy agradable, muy...linda.

—Buen día. —Saludo.

—Buen día. —Le devolvió la sonrisa, dando un paso hacia atrás en precaución, no quería que Jimin percibiera su mal aliento mañanero. —Lamento hacerte esperar, de nuevo.

—Ah, tranquilo, suele suceder el quedarse dormido.

—Bueno, me sucede bastante.

Jimin soltó una pequeña risilla. —Bueno, tienes que trabajar en eso.

—Esperemos que lo pueda hacer.

—Mhm. —Asintió. —Te espero en el lobby.

Con un leve asentimiento se dieron las espaldas mientras la puerta se cerraba. Jungkook entrando a su habitación para así arreglarse y alistarse para su día atareado. Dándose una ducha rápida, saliendo con dos toallas; una envolviendo su cintura y la otra envuelta en su cabeza. Esta vez optaría por ropa más ligera, un gorro y unos lentes. Salió de su habitación con su cámara colgada en su cuello y con una pequeña mochila que llevaba todo lo necesario, pero volvió hacia el baño porque se olvidó de lo más importante: lavarse los dientes, cuando por fin terminó, cerró la puerta y metió las llaves a sus pantalones.

Al llegar al lobby vio a lo lejos a Jimin sentado en uno de los sillones, con su celular en la mano y riendo mientras escribía, se acercó a él y le tocó el hombro para que se de cuenta que ya estaba ahí.

—Fuiste más rápido que la primera vez. —Dijo Jimin.

—Ya pude volver a mis manías.

—No lo dudo, eh. —Sonrió. —Vamos, nos queda muchísimo por recorrer. Ya tengo una góndola exclusiva reservada para ti.

—Oh, ¿En serio?

—Sip, es un viejo amigo que me debía un favor, como quieres privacidad pues. —Se encogió de hombros.

—Gracias.

—Ya hablamos de eso. —Entrecerró los ojos, como si lo amenazara con la mirada, bromeando claramente.

—Está bien, está bien. —Rio mientras levantaba sus manos en señal de inocencia.

Una vez más ambos asintieron, saliendo por fin del hotel, presenciando bastante gente por las calles; todos en su propio pequeño mundo. Comenzaron a caminar en la dirección que Jimin les dirigía, pasando por toda la multitud que esperaban por diferentes góndolas. En el sitio en el que estaba situado su hotel era uno concurrido por la afluencia de góndolas y turistas. Jimin lo llevaba lejos de aquella multitud, cada vez mas alejados de todas esas personas, respirando tranquilamente.

—Venecia es tan turístico como Roma, siempre encontrarás un montón de turistas cerca de las atracciones, como por ejemplo los canales. Es bastante concurrido, todos quieren pasear en: ya sea las lanchas o las populares góndolas.

—¿Y tu alguna vez paseaste en las góndolas o lanchas?

—Pues claro. —Soltó una pequeña risilla. —Fue lo primero que hice al llegar a Italia.

—Oh ¿llegaste primero a Venecia?

—Si, fue mi primer destino.

—Espera. —Jungkook se detuvo, mirando con el ceño fruncido hacia Jimin, confundido. —¿Tu no eres nativo italiano?