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*Narra Izuku*

-Desde que tengo memoria, solo me han atormentado los recuerdos, todos llenos de maltratos, burlas y golpes. Todos son tan oscuros que me da miedo cerrar los ojos.

¿Tan malo es ser Omega?.

Tomé una bocanada de aire para separarme del barandal del pasillo de la escuela, pasé hasta el salón tomando asiento, todos conversaban sin tomarme en cuenta, como siempre lo hacían. Saqué mi libreta para comenzar a escribir sobre un nuevo héroe, una pequeña sonrisa adornaba mi rostro está vez. Una mano sobre las hojas rayadas de esta me sacaron de mi momento de tranquilidad, dirigí la mirada a esos escarlata con temor.

-¿Qué mierda estás haciendo ahora, Deku?. -interrogó con una grotesca sonrisa llena de orgullo e ironía, sabe perfectamente bien que estoy haciendo.

-bajé pausado la mirada, es más fácil si simplemente le ahorro la molestia de oírme decir que quiero ser un héroe, que escribo nuevas ideas para mi traje y poder combatir alguna en en un villano para salvar a las personas.

-Te estoy hablando maldito Deku. -soltó con notable molestia tomándome de la camiseta del uniforme. Desvié la mirada aterrado, si solo lo evito puede que hoy no me de una paliza.

Error.

-No me dejas opción asqueroso Omega. -en un movimiento rápido me tumbó en el suelo para proceder a patear mi región abdominal en repetidas ocasiones, tendré suerte si no me fractura una costilla, de su boca solo salían insultos, amenazas de muerte y menosprecios. Yo no tengo la culpa de ser un Omega, el aún no presenta casta pero lo más seguro es que sea Alfa. Finalmente se rindió y se alejó dejándome allí tirado.

Como si le interesara.

Me levanté con cuidado para volver a sentarme sobando con levedad mi abdomen, ¿cómo es que todo cambió de un día para otro?.

[...]

*Narra Bakugo*

-cuando las estúpidas clases terminaron salí junto a un grupo de idiotas que eran mi séquito, se adelantaron mientras yo me acerqué hasta donde estaba ese maldito nerd caminando con su mano derecha recargada con precauicion sobre su estómago. Hice una mueca de disgusto para acercarme hasta el alarmandolo enseguida, lo empujé hasta una calle cerrada bastante escondida tumbandolo en el suelo para quitarle la mochila mostaza que siempre llevaba consigo, saqué su estúpida libreta sin importar sus clemencias le di un repaso sin claro interés para mirarlo con recelo. -Jamás podrás ser un héroe, Deku. ¡Yo seré el único héroe!. -exploté la libreta visualizando sus lágrimas descender por sus mejillas, sus labios temblaban desesperados, juntó las cenizas en sus palmas aferrándose a estas con melancolía, estaba totalmente roto.

Finalmente lo corrompí, ahora no será ningún héroe.

Me disponía a irme pero un inmenso calor se apoderó de mi cuerpo, me recargué en la pared sintiendo mi cabeza arder, mi pecho subía y bajaba desenfrenado y esas feromonas tan malditamente deliciosas inundaron mis fosas nasales cegandome por completo, giré la mirada detrás de mi visualizando a Deku aferrado a esas estupidas cenizas, su olor se mezcla a la perfección con mis feromonas, no estaba pensando con prudencia y cuando menos sentí ya estaba sobre el, sus orbes me miraban desesperados, suplicaba piedad.

Mierda estoy tan caliente que soy capaz de cometer un delito.

-K_Kacchan..., n_no hagas esto, por favor... -cuando sus orbes chocaron con los míos un color dorado de apoderó de los suyos, siento a mi lobo aullarme desesperado por tomarlo aquí y ahora, uní mis labios con los suyos callando sus súplicas, me acomodé entre sus piernas para poner sus brazos sobre su cabeza. Intentaba apartarme a toda costa, pero soy por mucho más fuerte que el, separé mis labios de los suyos lamiendo su cuello con desespero para descender hasta su abdomen, me apartaba y tiraba de mis cabellos intentando separarme de su cuerpo.

Le di una bofetada dejándolo atónito, pero no dejó de poner resistencia y yo tampoco cedí, le bajé los pantalones para colocarlo boca abajo sosteniendo sus muñecas por detrás de su espalda.

Ni siquiera lo preparé.

Penetré de una sola su cavidad anal escuchando sus lloriqueos y gritos desgarradores acompañados de súplicas que me hacían sentir mal, pero ya no hay vuelta atrás, lo corrompí tantas veces hasta que me sentí satisfecho.

Cuando terminé sentía la necesidad de marcarlo, pero ya le he hecho bastante daño, me acomodé las prendas para salir huyendo de ahí.

Ni siquiera lo ayudé, ni siquiera me disculpé.

*Narra Izuku*

-ni siquiera sé cuantas veces lo hizo, pero me alegro de que se haya terminado esta tortura, cuando giré la cabeza lo visualicé, huyendo de lo que me hizo, tampoco es que esperara un abrazo, pero tal vez si una disculpa.

Sentía el temblor frenético frenético mis labios, la curvedad de mis cejas, el como se aferraban mis párpados a seguir cerrados y no abrir nunca más, el como descendían mis lágrimas me dieron un recordatorio de lo que mi amigo de la infancia y abusador de mi adolescencia hizo.

Me permití llorar, me permití gritar.

Con mis temblorosas manos me vestí lo más rápido que pude, me duele la cintura y me arde todo mi interior, me colgué la mochila amarilla que siempre me acompañaba a todos lados, pensaba irme cuando mi mirada se perdió con un montón de cenizas y unos que otros pedazos de hojas rotas, caí de rodillas al suelo llorando y rompiendome en miles de pedazos.

¡Duele!.

[...]

-tras un par de horas llegué hasta mi casa, arrojé la mochila al suelo de mi habitación mientras ingresé de prisa al cuarto de baño, ni siquiera me molesté en quitar el uniforme, el agua caliente y humeante que salía de la regadera me sometía en un momento de paz y relajación, el ardor disfrazaba el dolor y las gotas de agua mis lágrimas.

No sé como se supone que vuelva a esa escuela.








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Continuará...

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⏰ Última actualización: Jun 22, 2023 ⏰

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"Sucio Omega"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora